R4ml
Administrador

Registrado: 12 Sep 2007
Mensajes: 1324
|
Publicado: Sab Ene 03, 2009 8:44 pm T�tulo del mensaje: El ni�o del mar de Arena por Garo Sargent |
 |
|
Capitulo I
Lejanas tierras en el olvidado desierto, un lugar escondido y rec�ndito, un lugar apartado del mundo exterior� un lugar lejano de Hyrule. �ste se encuentra m�s all� del colosal desierto, y a�n m�s all� del Templo de la Luz, es un peque�o lugar fronterizo a las tierras de Ikana. �Qu� esconde este valle de arena? �Que sucesos extra�os guardar�n tan lejanas tierras?
Hace mucho tiempo, antes de qu� la guerra comenzar� y a�n antes de que nuestra sabia princesa naciera, �ste lugar, ahora olvidado era una tierra prospera y llena de comerci� entre la raza m�s brava que existe en Hyrule. Era un punto de encuentro entre los Gerudos de altamar y los del desierto, las piratas tra�an los m�s maravillosos tesoros y las m�s exquisitas riquezas, y parte de estos eran intercambiados por provisiones y alimento, fruto de la tierra, con los Gerudos del sol ardiente. Aparte de ser de la misma raza los guerreros y piratas sent�an una estrecha hermandad, a pesar de ser unos del mar y otros de la tierra m�s �rida y seca, pues ambos cre�an, que el desierto una vez fue mar, y el mar se convertir�a en arena alg�n d�a.
Fue en aquel entonces, siendo ni�o el futuro rey Gerudo, que quedo all� inconclusa una leyenda�
Se corri� el rumor de que un tesoro lleno de extra�os poderes hab�a sido encontrado por las piratas Gerudos, y que pronto arribar�an con �l. La reuni�n se llevar�a al cabo de tres d�as y la caravana del soberano ya estaba en marcha. Ser�an esos tres d�as los esperados para saciar la vista con tan preciado objeto y para cerrar los ojos de un rey� para siempre.
Capitulo II
Ha llegado a la tierra del sol una tripulaci�n de piratas sin barco y traen consigo un valioso objeto. La capitana es ambiciosa y esta vez, este tesoro, no piensa intercambiarlo por provisiones ni alimentos �
El rey de los Gerudos que habita en Hyrule ansiaba por tener tan bella gema entre sus manos. �l ya era poderoso y ten�a muchas riquezas y un gran pueblo de guerreras excepcionales, pero no estaba conforme. Toda su vida vivi� con odio en su coraz�n hacia el pueblo Hilian. El pensaba que su raza era superior y la m�s digna e indicada para gobernar Hyrule. Era cierto que era un gran pueblo guerrero, mas les faltaba algo que los Hilians pose�an, la sabidur�a y la serenidad. Porque de que serv�a tener todo el poder, todo el coraje, toda la fuerza� sin saberlos utilizar ni poderlos controlar. Una vez que se tiene el poder, el poder consume a su poseedor convirti�ndose el due�o en pose�do.
Ambos, Capitana y Soberano deseaban el poder, ella para ser la reina del T�bet y �l para ser el due�o del mundo� mas la gema no le daba a ella el poder suficiente para cumplir su sue�o y lo necesitaba a �l, y a �l la gema le daba el poder suficiente para alcanzar el grado que quer�a para adue�arse del trono de Hyrule, pero... el tesoro lo ten�a ella.
Capitulo III
El rey de los Gerudos hab�a dado su palabra a la reina de las aguas que a cambi� de la gema le ceder�a el trono del T�bet y ella hab�a aceptado. Por supuesto ni uno ni el otro confiaban y cada cual hab�a ideado un plan para conseguir lo que se buscaba sin cumplir el trato.
Llego el d�a del intercambio, �l le dar�a a ella una carta donde le ced�a su trono, su clan y sus tierras y ella le entregar�a un cofre con la gema en su interior. Se hizo una gran ceremonia como a�o con a�o se acostumbraba y se dio un gran banquete para cumplir con la tradici�n. Ambos se cre�an estar burlando el uno del otro con su plan perfecto, se sent�an m�s listos que el uno que el otro, y por sus mentes jam�s cruz� la idea de que el otro tambi�n planeaba traici�n.
Casi al amanecer, despu�s de terminar los festejos, se prepararon para llevar acabo el intercambio y los mal�volos planes. Ella le presento a �l el cofre, y �l a ella el sobre � en ambos brillaba una mirada de maldad y ambos se sonre�an esperando ver el resultado final. Se hizo el intercambio y cada uno se abalanzo con tales ansias hacia su objetivo, que ninguno pudo percatarse de lo que suced�a hasta que fue demasiado tarde� �cuando �l abri� el cofre sus ojos se iluminaron con semejante resplandor proveniente de la gema que solo exist�a en su mente, pues pocos segundos despu�s se le cuajo la sonrisa al darse cuenta que el cofre estaba vac�o, aparentemente, ya que de el eman� el mort�fero gas gris� que al instante penetro a los pulmones del soberano dej�ndolo en agon�a, ella estaba satisfecha y con una gran sonrisa en su rostro solt� una carcajada burl�ndose de aquel pobre, a la vez que abr�a el sobre� la carcajada se transformo en lamento, pues al meter la mano para sacar la carta se pincho el dedo con una espina envenenada que se encontraba en el interior en lugar de �sta.
Ambos murieron por su propia traici�n y por dejarse llevar por la ambici�n, por el poder� mismo que les ceg� y les quit� la vida. �Qu� suceder�a ahora?� los dos clanes se quedaron sin l�der, mas no sin heredero. Comenz� una batalla que duro hasta el amanecer, pero del tercer d�a y ultimo del festejo. Las piratas les ganaban en n�mero y se llevaron la victoria, y junto con ella a la aldea y a la prosperidad de la tierra. Las Gerudos de mar regresaron a su barco y se alejaron para no volver en muchisimo tiempo. El preciado tesoro se perdi� en la revuelta y a�n se cree que esta en esa tierra, en alg�n lugar olvidado.
El joven heredero del T�bet logro escapar y perderse en las �ridas tierras del desierto, estaba humillado por la derrota y se jur� vengar a su padre y cumplir su sue�o.
Camin� desamparado bajo un sol ardiente y sin rumbo, la sed formo grietas en sus labios y en sus manos, la arena quemaba sus pies descalzos y el calor lo sofocaba rob�ndole el aire y manera alguna de respirar. Ca�da la noche no pudo m�s y se desplomo sobre la arena ya tibia de un despiadado desierto .
Capitulo IV
El rumor del aquel tesoro maravilloso se hab�a extendido hasta llegar a las tierras bajas de Ikana, el Pantano de Termina. Desde cientos de a�os dos hechiceras viv�an all� y al escucha el rumor se hab�an interesado mucho en dicho tesoro as� que se aventuraron en su b�squeda sin saber lo que hab�a sucedido.
En el camino ellas encontraron el fr�gil cuerpo de un ni�o Gerudo en medio del desierto colosal. Koume y Kotaque, llamadas as� estas brujas, se compadecieron de aquella criatura en lecho de muerte, le ofrecieron una m�gica poci�n para regresarle su aliento y despu�s dieron agua a sus sedientes labios.
El pr�ncipe se entero de la raz�n por la cual el par de brujas viajaban tan lejos del pantano y por tierras tan poco amigables. �l les cont� lo ocurrido y ellas decidieron adoptar al ni�o para que �ste regresara al T�bet y cumpliera su juramento� pero claro no sin esperar nada a cambio.
Ellas lo ayudaron a crecer y le ense�aron hechicer�a, lo criaron en medio de la magia negra y de los poderes prohibidos. Le ense�aron leyendas e historias que si se armaba de paciencia lograr�a descifrar. A �l le llamo la atenci�n una en especial, la cual hablaba de un lugar sacro en el Templo del Tiempo donde se encontraba un tesoro a�n m�s poderoso que la gema perdida y que le brindar�a el poder absoluto e incluso la inmortalidad. Se trataba de la Trifuerza la cual se propuso conquistar pese a todo.
Capitulo V
Con el pasar del tiempo el joven heredero se convirti� en rey del T�bet y consejero del rey de Hyrule , al cual traicionar�a a�os m�s tarde.
Pero no nos adelantemos. Antes de que esto ocurriese, Ganondorf, en su juventud regreso a aquella tierra que hab�a quedado abandonada, a�n con esperanzas de encontrar el tesoro que causo la muerte de su padre. M�s no encontr� nada.
Aquella tradici�n rota y esa tierra lejana se volver�an a restaurar ya que en dicho viaje �l se encontrar�a con la nueva Capitana de las guerreras del mar, mas no lo sab�a. Dicha restauraci�n ser�a por muy poco tiempo.
Valia y Ganondorf adem�s de intercambiar provisiones y riquezas insignificantes, intercambiaron su amor� o lo que ellos cre�an que eso era, mas como arte de magia al enterarse de que ella era la hija y heredera de la mujer que traiciono a su padre y de que �l era el pr�ncipe del T�bet que a�oro su madre hasta la muerte, el amor desapareci� y la prosperidad tambi�n.
El tiempo ocultar�a el pasado y llegar�a el momento de luchar por el poder para Ganondorf, mas esto significar�a otro fracaso m�s en esa b�squeda desesperada. Esta historia ya la conocen� Link lo derrotar�a y Zelda con ayuda de los seis sagues lo encerrar�a en una c�rcel sin salida e impenetrable, el Sacred Realm.
Para Link, Zelda y el reino de Hyrule la historia terminar�a aqu� mas se equivocan, apenas comienza.
Valia hab�a encargado un hijo, el cual por su procedencia, hab�a abandonado. Un ni�o que no era de nadie, que se encontraba entre el mar y la tierra, que no pertenec�a ni al primero ni a la �ltima� o mejor dicho que pertenec�a a ambos. Un ni�o del mar de arena. |
|