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Los Recuerdos de Link por Riajair

 
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R4ml
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MensajePublicado: Jue Ene 15, 2009 9:32 am    T�tulo del mensaje: Los Recuerdos de Link por Riajair Responder citando

Los recuerdos de Link


Cap�tulo 1.- �Sorpresa!

-Te maldigo Zelda, los maldigo sabios, TE MALDIGO, LINK �fueron las �ltimas palabras de Ganondorf, antes de ser enviado al mundo oscuro.

-Se acab�, finalmente se acab� �exclamaba felizmente la princesa de Hyrule.

La princesa comenz� a explicar a Link los peligros en los que puso a Hyrule por haberle entregado la ocarina del tiempo, as� que se la pidi� de vuelta. �l le entreg� la ocarina, y ella toc� una melod�a con la que lo devolvi� a su �poca, a �l y a todo Hyrule. Despu�s de regresar a su �poca, no volvi� a ver a su compa�er, el hada Navi.

Mientras esto suced�a, en el rancho Lon Lon, todos los habitantes de Hyrule celebraban la victoria de Link ante el rey del mal... Los goron, hylian, kokiri, sheikan, zora, hasta los poe, se unieron a la celebraci�n.
Cuando todos celebraban tan felices la victoria de Link, dos habitantes de Hyrule lloraban sus p�rdidas. Mido, el peque�o kokiri, y el rey zora. De pronto, seis luces pasaron sobre ellos; verde, rojo, azul, morado, naranja y amarillo eran los colores de esas luces. �Por supuesto! Se trataba de los seis sabios, que se dirig�an hacia la monta�a de la muerte.
En la cima de la monta�a de la muerte, los seis sabios descansaron, sabiendo que la paz hab�a regresado a Hyrule.

Despu�s de que el reino de Hyrule regres� a su �poca normal, Link se dirigi� hacia con Zelda, quien era la �nica, aparte de �l y de los siete sabios, que recordaba todo lo sucedido, pues ella era la s�ptima sabia.

-S� que vas a irte, Link, es inevitable, pero tengo la esperanza de que nos volveremos a ver. Antes de que te vayas, hay algo que debo darte; te ser� muy necesaria, as� que �sala para llamar a la diosa del tiempo �y diciendo estas palabras, la princesa de Hyrule entreg� a Link la legendaria ocarina del tiempo, por segunda vez.

Link, sabiendo lo que deb�a hacer, se adentr� en los bosques perdidos, en busca de su amiga Navi, pero esto s�lo le caus� m�s problemas, ya que fue asaltado y su ocarina del tiempo, as� como su yegua Epona, robadas por un skullkid que ten�a puesta una m�scara extra�a, y era seguido por dos hadas.
Link lo sigui� hasta un agujero que se encontraba en un lugar muy escondido de los bosques perdidos... Cay� en el agujero y entr� en el reino de Termina, reino muy parecido a Hyrule pero un poco bizarro.
Skullkid, cansado de que lo siguieran, convirti� a Link en un deku scrub. Despu�s de esto, Link fue acompa�ado por una de las hadas que segu�an a sukullkid.
Al llegar a la ciudad de Termina, se enter� que la m�scara que pose�a el skullkid era antigua, ten�a poderes ocultos y se usaba en rituales miles de a�os atr�s. La m�scara controlaba al skullkid, la m�scara de Majora.
Tambi�n descubri� Link que Majora hab�a ocasionado desastres en Termina, y que en tres d�as la luna iba a caer sobre este reino; luego de esto, Link fue avisado que esa tierra ten�a una salvaci�n, deb�a reunir a los cuatro gigantes que se encontraban en cada una de la esquinas del reino de Termina; seguramente esos gigantes iban a ser capaces de detener la luna.

Pero hubo otro problema, ya hab�an pasado tres d�as desde que Link lleg� a Termina, la luna estaba a punto de caer sobre el reino; aunque finalmente, luego de tanto buscar a Majora, Link lo encontr� y recuper� su ocarina. Recordando las sabias palabras de Zelda, por medio de la canci�n del tiempo, el peque�o hylian invoc� a la diosa del tiempo, y le rog� regresar hasta el d�a de su llegada, y as� sucedi�.
Volteando hacia el cielo, Link descubri� que la Luna a�n se encontraba lejos, lo que le daba m�s tiempo para encontrar a los gigantes.
Se aventur� en b�squeda del gigante del pantano, quien le ense�� una canci�n para llamar a los gigantes; luego encontr� al gigante de la monta�a; despu�s tom� un descanso en el rancho Romani, donde encontr� a su yegua Epona.
Parti� del rancho Romani, encontr� al gigante de la bah�a, y por �ltimo, encontr� a un gigante en el antiguo reino de Ikana.

Los cuatro gigantes hab�an sido despertados, y tres d�as hab�an pasado, as� que, a la medianoche, hora en que se abr�a la escalera hacia la cima de la torre reloj, Link subi� a la torre y llam� a los gigantes con la melod�a que le fue ense�ada por el gigante del pantano.
Los gigantes detuvieron la luna mientras �l derrotaba a Majora. Al derrotar a Majora, toda su magia se deshizo, volviendo Termina a la normalidad.

Cansado de buscar a Navi, Link volvi� a Hyrule�

Despu�s de unos meses, en el bosque Kokiri, bosque habitado por seres de una raza del mismo nombre, de orejas picudas, ropas verdes y cabello rubio, que viv�an en casas construidas dentro de los �rboles, la paz prosperaba.
Aquel d�a, Link, un ni�o hylian de orejas picudas, estatura mediana, ojos azules y abundante cabello rubio, se levant� temprano, se puso las botas, alist� la espada kokiri y el escudo Deku, y se puso su t�nica azul, pues era un d�a especial. �Era su cumplea�os!
Sali� de casa, bajo lentamente las escaleras y se dispuso a salir del bosque.

-Buenos d�as Link �salud� Saria, una Kokiri de cabellera verde, vieja amiga de �l, que alguna vez fue una de los siete sabios ��c�mo amaneciste?
-De maravilla Saria, hoy me siento con muchas energ�as, siento que es un d�a especial. �C�mo est�s t�?
-Un poco cansada, pero me siento bien. �Hacia d�nde te diriges Link?
-Voy al dominio Zora, a visitar a Ruto. Quedamos en que hoy la ver�a.
-Muy bien Link, regresa pronto.

-�Caray! �pens� Link �ni siquiera record� mi cumplea�os.

Al salir del bosque, comenz� a correr hacia el Dominio Zora, cruzando el inmenso campo de Hyrule, pero al no fijarse, tropez� con una piedra y cay� al agua. A pesar de este incidente, Link sali� del agua y sigui� su camino, igual de optimista que siempre, hacia el dominio.
Despu�s de un rato de camino, lleg� al puente del r�o, y una vez frente a la catarata, entrada al Dominio Zora, enton� la canci�n de cuna de Zelda, lo que le abri� el paso.

Cuando entr� al dominio, se dio cuenta de que algo andaba mal, a�n no sab�a qu�, pero sab�a que era algo.

-�Hola? �Rey Zora? �Ruto?

Efectivamente hab�a algo raro, nadie se encontraba en el lugar.

-En fin, creo que mejor me regreso al bosque �se dec�a Link en su cabeza.

En el camino de regreso al bosque, Link se dio cuenta de que ten�a hambre, y decidi� entrar a Kakariko para comprar algo de comer.
Subi� las escaleras y lleg� al pueblo. Luego se dirigi� a la tienda de pociones, para comprar un pescado asado.
Al tratar de abrir la puerta, se dio cuenta de que estaba�

-�Cerrado? Pero si es lunes, y apenas es medio d�a. Bueno, creo que mejor comer� con la se�ora de la posada.

Se alej� de la puerta y fue a la puerta de la posada, y cuando la quiso abrir, de nuevo pas� lo anterior, estaba cerrado. Link comenz� a sospechar, y decidi� tocar en todas las casas del pueblo, pero, como lo esperaba, nadie contest�.
Desesperado, corri� al pueblo Goron, donde tampoco encontr� se�ales de vida.
Igual sucedi� al ir al mercado, al valle Gerudo, al rancho y al lago de Hylia, parec�a como si todo el mundo hubiera desaparecido.
Link, desesperado, corri� de vuelta al bosque.
Atraves� el tronco de la entrada y, sucedi� lo que no esperaba, tampoco ah� se encontraba nadie.
Entr� a las casas, desesperado, buscando a alguna persona a quien platicarle lo sucedido.

-���SARIA!!! �gritaba desesperado por todo el bosque.

Entr� a su casa y encontr� una nota. La ley�: �Tengo a tu amiga Navi, si quieres rescatarla, b�scame en el lago de Hylia�, la nota estaba firmada por �El rey del Mal�.
Solt� la nota y, decidido, desenvain� su espada, prepar� su escudo y sali�; cuando de pronto.

-���SORPRESA!!! �gritaron al un�sono todos los habitantes de Hyrule, que eran tantos que apenas cab�an en el bosque.

Link se asust� y se sobresalt�, por lo que cay� desde arriba de su casa, aterrizando su cabeza sobre una piedra�
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MensajePublicado: Vie Jul 03, 2009 8:20 pm    T�tulo del mensaje: Responder citando

Cap�tulo 2.- La canci�n de Saria

Una melodiosa canci�n que proven�a de una ocarina llenaba el ambiente de paz.
Link atraves� la pradera siguiendo la melod�a, como si �sta le llamara.

-�Saria? �pregunt� Link al llegar al final de la pradera, a aquella peque�a kokiri que entonaba aquella canci�n, sentada en un toc�n.

Saria, dejando de tocar la ocarina, y ofreci�ndole un frasco de poci�n roja, le respondi�.

-Link, bebe esto.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

El sol se ocultaba lentamente en el reino de Hyrule, dejando al reino entero totalmente oscuro.
En el bosque kokiri, se encontraba Link tirado sobre el pasto, mientras que Saria, arrodillada a su lado, le acercaba a la boca un frasco de vidrio que conten�a una poci�n de color rojo en su interior.
Repentinamente, luego de beber la poci�n, Link se levant�.

-�Saria? �pregunt�.
-Link, soy yo, �est�s bien?
-�Qu� pas�? �D�nde estoy? �preguntaba Link desesperadamente, con un tono de angustia.
-Ca�ste de tu casa y te pegaste en la cabeza, pero ya te recuperar�s. Est�s aqu�, en el bosque.
-�Bosque? �Cu�l bosque?
-Link, no est�s bien, ser� mejor que descanses un poco m�s.

Inmediatamente, Saria se dirigi� con el jefe de los carpinteros y le susurr� algo al o�do. Al dar �l la orden, los dem�s carpinteros caminaron hacia donde se encontraba Link, lo cargaron y lo llevaron a la casa de Saria, que se encontraba muy cerca de ah�.
Lo acostaron en una cama y salieron. Saria le quit� a Link la espada y el escudo, le palp� la frente para sentir su temperatura y, al ver que todo estaba bien, lo cobij�, le apag� la luz y sali� de la habitaci�n cerrando la puerta. Link cerr� los ojos y comenz� a dormir.
Saria regres� a la casa de Link para guardar su espada y su escudo, y despidi� a todos los habitantes de Hyrule que se hab�an presentado para la fiesta sorpresa; a todos menos a Zelda, quien se ofreci� a quedarse toda la noche a cuidarlo.

A la ma�ana siguiente, el sol no sali�, pues enormes nubes grises cubr�an el cielo.
Afuera de la casa de Saria, se encontraban ella y Zelda, la princesa de Hyrule, una ni�a hylian de ojos azules y tez blanca, con facciones de delicadeza y manos fr�giles cubiertas por un par de delgados guantes blancos.

-Un d�a gris �dec�a Saria a Zelda.
-�A�n no despierta?
-No lo s�, vamos a ver.

Entraron a la casa y luego a la habitaci�n en que se encontraba Link. Lo encontraron dormido.
Saria, tratando de no hacer ruido, sali� de la habitaci�n, y Zelda detr�s de ella. Descuidada, la princesa dej� al aire su brazo y tir� un jarr�n, rompi�ndose �ste y generando un escandaloso ruido.

-�Qui�n es? �se oy� decir a Link al fondo de la habitaci�n.

Ambas chicas corrieron de vuelta al cuarto y sonrieron al ver a Link despierto.

-�C�mo est�s Link? �pregunt� la entusiasmada Saria.
-Link, �qui�n es Link? �contest� el preocupado.

Repentinamente, las caras de Saria y Zelda se llenaron de asombro y tristeza, como si algo muy malo hubiera ocurrido.

-�Link, qu� pasa? �C�mo? �Si t� eres Link! �dijo Zelda r�pidamente.
-�Pero c�mo? �D�nde estoy? �dec�a el confundido Link.

Del otro lado de la habitaci�n, Saria, que ten�a el rostro totalmente p�lido, no pod�a creer lo que estaba ocurriendo, y, de repente, cay� al suelo, desmayada.
Al ver esto, Zelda corri� r�pidamente hacia ella a tratar de despertarla, la tom� entre sus brazos y le sopl� a la cara, la movi�, pero despu�s de varios intentos fallidos por reanimarla, decidi� que lo mejor era pedir ayuda; as� que corri� hacia afuera, sac� una ocarina azul y enton� la canci�n de cuna que le sol�a cantar su nana, Impa.

De pronto, un destello de luz ceg� moment�neamente a la princesa, y apareci� de la nada una mujer de raza sheikah, alta, un poco tosca, de labios pronunciados y corto cabello canoso, que iba vestida con pocas ropas de color p�rpura.

-Impa, s�gueme �se apresur� a decir la princesa, mientras volv�a a paso largo al cuarto donde se encontraban Link y Saria. �Es Saria, se desmay�, y Link, no recuerda nada �indic� desesperada a Impa.
-Ve a la cocina y tr�eme un frasco con agua �orden� Impa a Zelda.

La princesa sali� de la habitaci�n inmediatamente luego de que Impa terminara de hablar.

-�Qui�n eres t�? �pregunt� Link, que ahora se notaba m�s desesperado y asustado.
-Link, soy yo, Impa� �recuerdas algo? �le dec�a ella mientras sosten�a a Saria entre sus brazos.
-�Ehm, no s�, no s� donde estoy, ni qui�n soy! �dijo Link desesperado, tratando de recordar.

En ese momento, entr� a la habitaci�n Zelda, que llevaba en sus manos un frasco con agua. Se acerc� a Impa y le dio el frasco; inmediatamente, Impa arroj� el contenido del frasco sobre la cara de Saria, quien reaccion� de repente.

-�Ahhhh!, �grit� ella, ��qu� me est�n haciendo?
-No te preocupes, ya est�s bien �dijo Zelda un poco m�s tranquila.

Zelda ayud� a Saria a levantarse y las tres se acercaron a la cama en que se encontraba Link, que hab�a estado observ�ndolas desde su cama.

-�Qu� pas�? Link, �sabes qui�n soy? �le pregunt� Saria.
-No, no te conozco. �No conozco a nadie!
-�A m�?, �sabes qui�n soy?, �pregunt� Zelda ��sabes qui�n es ella? �pregunt� ahora se�alando a Impa.
-No, no s�, �qui�nes son?
-Chicas, no lo presionen, lo mejor en momentos como estos es dejar que recuerde solo. Llev�moslo a su casa, tal vez al ver algo familiar puede recordar �dijo sabiamente Impa.

Ayudaron a Link a levantarse de la cama y lo guiaron hasta su casa. Link, que se sent�a m�s confundido que en cualquier momento de su vida, sigui� las indicaciones de las tres chicas.
Cuando llegaron a su casa, Link, como por instinto, corri� a por su espada y su escudo que se encontraban en un rinc�n. Desenvain� su espada y se cubri� con el escudo, haciendo una posici�n de defensa; al hacer esto, su cara se ilumin� y se llen� de entusiasmo.

-Link, �recuerdas c�mo luchar? �pregunt� Saria, que se alegr� un poco.
-No lo s�, recuerdo un poco, sobre batallas �dijo Link, como presionando a su cerebro a recordar.

Saria se volte� hacia donde estaba Impa.

-Ayer, despu�s de que Link cay�, le di una poci�n roja, y cuando despert�, me llam� por mi nombre.
-Quiz�s no recuerde porque el golpe a�n es muy reciente, a lo mejor y despu�s recuerde.
-Eso espero �dijeron Saria y Zelda al un�sono.
-De cualquier modo, tenemos que irnos princesa, tu padre est� preocupado, pues dijo que ya deber�as haber regresado.
-Pero Impa, tengo que cuidar a Link, me necesita.
-Ve, yo lo cuidar� �se ofreci� Saria.
-Est� bien, cu�dalo mucho� nos vemos Link, adi�s Saria �les dijo Zelda, mientras sal�a de casa de Link, quien segu�a practicando con la espada.

Tristemente, Saria sac� la ocarina de las hadas de su bolsillo y comenz� a tocar la misma canci�n que Link hab�a o�do en sus sue�os.
Cuando Link la escuch�, volteo inmediatamente e, indagando por sus pensamientos, dijo:

-�Saria? Eres t�, �Saria! �dijo entusiasmado, a lo que corri� a abrazarla.
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MensajePublicado: Lun Sep 07, 2009 2:14 pm    T�tulo del mensaje: Responder citando

Cap�tulo 3.- �C�mo escapar?

Las nubes estallaron y en el reino de Hyrule comenz� a llover.

-Ahora Link, dime, a qui�n recuerdas �le preguntaba Saria.
-Te recuerdo a ti, a los kokiri, a Mido tambi�n desgraciadamente, y no recuerdo a m�s.
-Pero, �no recuerdas a Zelda? �Malon? �Ruto?
-No tengo idea de quienes hablas �dijo �l un poco decepcionado.
-Ser� mejor que te relajes un rato m�s, libera tu mente y trata de recordar �dijo entusiasmada, animando a Link.
-No te preocupes Saria, as� lo har�. Ahora ve a descansar, ya me cuidaste suficiente tiempo.
-Est� bien Link, pero antes, quiero que tomes esto, de nuevo �le dijo mientras le daba una ocarina color naranja, �tal vez te ayude a recordar �y diciendo estas palabras sali� de casa de Link.

Link, confundido con tanto que hab�a recordado en ese momento, se ech� a la cama a descansar. Luego de un rato comenz� a sentir calor, por lo que decidi� recostarse en el suelo para enfriarse un poco; entonces fue que hall� un pedazo de papel, lo tom� y lo ley�.

-Debo ir al lago Hylia �dijo muy seguro luego de leerlo.

Se levant� del suelo, guard� el papel en su bolsillo y se sent� en la cama a pensar. Recordaba c�mo Mido, un kokiri m�s del bosque, lo molestaba por no tener hada, �l y sus amigos lo insultaban y se burlaban de �l. Luego, record� a Navi, una peque�a hada que lleg� a su casa un d�a, dici�ndole que deb�a salvar a Hyrule, cambi�ndole su destino para siempre.

Despu�s, se puso a pensar en el Gran �rbol Deku, el �rbol gigante con vida guardi�n del bosque; recordaba cuando entr� en �l y destruy� al par�sito que lo infectaba, siempre acompa�ado por su hada Navi, pero lo hizo demasiado tarde y el �rbol muri� no sin antes otorgarle una piedra espiritual, la esmeralda kokiri, y con ella la misi�n de encontrar otras dos faltantes, con las cuales deb�a abrir la puerta del tiempo y tomar la espada sagrada para derrotar al rey del mal.

Trat� de recordar m�s, y aunque se esforz� mucho no lo consigui�; no recordaba qu� pas� despu�s de la muerte del �rbol Deku, ni sab�a a d�nde hab�a ido Navi.

Fue entonces que se puso a pensar en el sue�o que hab�a tenido la noche anterior, recordaba la hermosa melod�a proveniente de la ocarina de Saria; entonces recordando aquella bella melod�a, sac� la ocarina que Saria le hab�a dado hace unos momentos, y comenz� a tocar la canci�n, La Canci�n de Saria.

Con una gran decisi�n, se colg� la espada kokiri, tom� el escudo deku, se puso la t�nica y las botas kokiri y sali� de la casa. De pronto, se detuvo unos segundos y regres� a casa.

-Est� lloviendo, mejor espero un momento �pens� �adem�s, Saria jam�s me dejar� salir del bosque, se preocupa mucho por m�. Cuando oscurezca saldr� a escondidas.

Link, dejando su equipamiento a un lado, se volvi� a aventar a la cama y, por tanto pensar y tratar de recordar, se qued� dormido.

Unas horas despu�s, Saria lleg�, pero no quiso despertar a Link, as� que simplemente lo cobij� y regres� a su casa.

A las 6:30hrs, un cucco, que era una especie de gallina existente en Hyrule, se meti� en la casa de Link y comenz� a cantar, despert�ndolo de muy mal humor.
Link se levant� lentamente y camin� sigilosamente hacia donde estaba el cucco, y una vez estando enfrente de �l, le dio una patada tan fuerte que lo mand� a volar saliendo �ste por la ventana.

-Maldito cucco, ya me arruin� el d�a �pens�.

Record� que ten�a una misi�n que cumplir, as� que, pensando que a�n estaba oscuro, tom� por segunda vez su equipamiento y sali� de casa� Una vez m�s, se detuvo y volvi� a entrar, al percatarse de que hab�a amanecido.

-Oh Dios m�o, el cucco no me arruin� el d�a, �me despert� oportunamente! �pens� arrepentido por haber pateado al pobre cucco. �Qu� mal, ya amaneci�, pero al menos ha terminado de llover.

Pens� que todav�a estaba a tiempo de salir, pues los dem�s kokiris a�n no deb�an estar despiertos. Tambi�n pens� en Saria, y en que no pod�a irse sin decirle nada, as� que decidi� dejarle una nota. Tom� un pergamino, una pluma de cucco y un tintero y comenz� a escribir:

�Querida Saria, tengo que ir en busca de Navi, no te preocupes por m�, sabes que s� cuidarme. Si quieres comunicarte conmigo, toca tu canci�n y con gusto te atender�. Con amor, Link�

Dej� la nota en su cama y, por tercera vez, sali� de casa. Baj� las escaleras y tom� el camino de tierra que llevaba a la salida del bosque, corriendo.

-Hey, t�, �a d�nde vas? �pregunt� a lo lejos Mido, a lo que Link se escondi� r�pidamente tras un �rbol.

Por suerte Mido no alcanz� a distinguir que se trataba de Link, as� que se acerc� a aquel lugar en d�nde lo vio, busc� un poco con la mirada y, al no hallar nada, sigui� su camino hacia la tienda.

-Uy, por poco �pens� Link mientras una gota de sudor le escurr�a por la frente �debo ser m�s cuidadoso.

Volvi� a tomar su camino, pero ahora sigilosamente, y volteando precavidamente a los lados para no encontrarse a nadie.

Lleg� al final del bosque y atraves� el tronco que separaba al bosque de la pradera de Hyrule.

En las afueras del bosque se encontraban las praderas de Hyrule, donde se respiraba un aire muy fresco y un agradable olor a tierra mojada, resultado de la lluvia de la noche anterior. El pasto, al igual que el viento, estaba lleno de peque�as gotitas de roc�o.
Los �rboles ten�an grandes cantidades de agua entre sus ramas, tanta que con cualquier movimiento podr�an soltarla y empapar completamente a una persona.

El sol ya hab�a salido por completo, por lo que el paisaje estaba totalmente iluminado y era posible admirar su belleza.

A Link le emocion� mucho lo que ve�a, pues para �l era como si fuera la primera vez que hubiera salido del bosque.

Comenz� a correr por toda la pradera con los ojos cerrados por la emoci�n, cuando de repente, choc� con alguien, cay� al suelo, sinti� que lo mojaron y escuch� el sonido de un vidrio que se quebraba, una tras otra vez el mismo sonido.

Cuando se levant� y abri� los ojos, vio a una preocupada ni�a pelirroja de ojos azules, que llevaba el cabello con una trenza y unas vestimentas de manta blanca, y en el cuello un colgante dorado de un drag�n.

Volte� a su derecha y vio varios vidrios rotos; se pas� la lengua alrededor de la boca, y saboreando dijo.

-�Mhh, leche!
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MensajePublicado: Lun Sep 07, 2009 2:15 pm    T�tulo del mensaje: Responder citando

Cap�tulo 4.- El rancho Lon Lon

-Link �est�s bien? �dijo la ni�a pelirroja mientras corr�a apresurada a ayudar a Link �m�rate, est�s todo mojado.
-No te preocupes, estoy bien� pero, �qui�n eres t�?
-Soy yo, Malon, �No me recuerdas?
-La verdad es que no, acabo de perder la memoria�
-�Qu�? �C�mo? No puede ser, todo esto es mi culpa, deb� entregar la leche antes �comenz� a gritar Malon desesperada sinti�ndose culpable.
-No, �la cay� Link �no es por eso. Fue en el bosque, me pegu� en la cabeza con una piedra. Saria me habl� de ti.
-�Pero c�mo? �Est�s bien? Vamos al rancho a que me platiques.

Link acept� la propuesta y sigui� a Malon, que iba empujando una carreta de madera donde llevaba los frascos rojos. Caminaron un poco y llegaron al rancho Lon Lon, que se encontraba justo en el medio de la pradera de Hyrule.
La entrada del rancho era un peque�o corredor; al voltear a la izquierda estaba la casa de Malon, era una casa muy alta, de tres pisos; mientras que a la derecha, en el establo, estaban las vacas y las gallinas, que eran alimentadas por el se�or Ingo, un hylian flacucho, de nariz grande y cara alargada, que llevaba una camisa verde debajo de un overol blanco, y que portaba un colgante igual al de Malon.

Malon entr� a su casa seguida por Link. Se sentaron en la sala de estar y Link le platic� a Malon lo que le hab�a sucedido.

-�Pero seguro que te sientes bien? �No quieres descansar?
-No, mejor quiero tomar un ba�o �dijo Link, que a�n se sent�a pegajoso y comenzaba a oler mal por causa de la leche que lo hab�a mojado por completo.

Malon le hizo caso y fue a buscar una tina para prepararle un ba�o al peque�o hylian.
Cuando todo estuvo listo, Link se meti� a ba�ar. Luego de un rato, Malon le llev� una camisa azul y un overol blanco como el de Ingo.
Le dio la ropa a Link y sali� del cuarto�

Cuando sali� unos minutos despu�s, se puso frente a Malon y agach� la mirada para ver c�mo le quedaba la ropa.

-Me veo rid�culo �dec�a mientras negaba con la cabeza.
-No te preocupes, te ves bien �dijo Malon entre risas. �Adem�s voy a lavar tu t�nica.
-Est� bien �le dijo ahora un poco m�s animado, ��c�mo te puedo pagar por todo?
-Por la leche, no hay problema. Tenemos mucha m�s de reserva, aunque deb�a hacer una entrega hace horas.
-Yo har� la entrega.

Malon le segu�a diciendo que no hab�a problema, que ella se las arreglar�a, pero �l insisti� tanto hasta que la convenci�.

Ella le indic� que deb�a entregar cinco frascos de leche al se�or Dampe, que viv�a en el cementerio. Le explic� que en el camino deb�a pasar por villa Kakariko.

-�Cementerio? �No hay fantasmas? �exclam� un poco asustado.
-S�lo hay poes, pero con tu espada te ser� m�s que suficiente para derrotarlos �lo anim� ella.

Malon entr� a la bodega, saco unos frascos de leche y los puso en la carreta. Link tom� la carreta y la comenz� a empujar con direcci�n a la villa Kakariko. Sali� del rancho, cruz� la pradera de Hyrule, atraves� un puente que estaba sobre el final del r�o Zora, subi� unas escaleras y lleg� a villa Kakariko.

Aquella villa era muy peque�a, ten�a alrededor de 20 casas, todas ellas con tejado en forma de punta y de colores rojo y p�rpura, y al fondo se divisaba un gran molino de viento, y enfrente de �ste un pozo.
Algunas casas se encontraban en un segundo nivel, ya que esa villa hab�a sido construida al pie de la monta�a de la muerte, y el terreno era muy accidentado.

En la entrada de la villa, estaba un gran portal de madera, y a la izquierda el guardia que se encargaba de recibir a la gente y decir la hora.

-Buenos d�as joven, son las 10:00am. Que tenga una feliz estancia en villa Kakariko.
-Gracias �respondi� Link, mientras segu�a empujando la carreta.

Sigui� caminando y subi� una peque�a rampa, atraves� un portal similar al de la entrada de la villa que se encontraba en la esquina derecha de �sta y lleg� al cementerio.

El cementerio era un lugar lleno de l�pidas grises. Apenas entrar estaba una l�pida notablemente m�s grande que las dem�s, y al fondo otra similar.
A la derecha hab�a una peque�a choza que humeaba por la chimenea.

-Aqu� debe ser �pens�.

Se acerc� y toc� la puerta.

Unos segundos despu�s, abri� la puerta un hombre calvo y jorobado, un poco visco, que llevaba una linterna de gas; era Dampe, el velador del cementerio.

Link le entreg� la leche al se�or Dampe, recibi� el pago y se fue corriendo con destino al rancho por la alegr�a de haber logrado su misi�n.

Al llegar al rancho, encontr� en la entrada a Malon hablando con un hombre algo chaparro, gordo y vestido con un overol igual al de Ingo, aunque la camisa que llevaba debajo era de color rojo. Al igual que Malon e Ingo, tra�a en el cuello un colgante con la figura de un drag�n.

-Link, �l es mi padre, Talon. Le platiqu� lo que te pas�, y te tenemos buenas noticias.
-Mucho gusto Talon �dijo mientras le daba la mano.
-�De verdad no me recuerdas? �pregunt� Talon extra�ado, a lo que Link neg� con la cabeza.
-En fin, estuve discutiendo con mi padre, y al final hemos llegado al acuerdo de prestarte a Epona, de nuevo.
-�Epona? �Qui�n es Epona?
-S�gueme

Luego de decir esto, Malon, camin� hacia un corral enorme que ocupaba casi todo el espacio del rancho. En �l se encontraban alrededor de veinte caballos corriendo.
Se�al� a una peque�a yegua de pelaje anaranjado y de crin blanca y enseguida comenz� a tararear una bella canci�n; al o�r tan preciosa melod�a, la peque�a yegua se acerc� a donde estaban los dos.

Cuando Link escuch� la canci�n, su memoria se comenz� a llenar de recuerdos. Record� la primera vez que Malon le ense�� esa canci�n, ese mismo d�a conoci� a Epona. En su mente regres� tambi�n el recuerdo de aquel momento en que mont� a Epona por primera vez, cuando venci� a Ingo en una carrera y obtuvo a Epona.

Pensaba en los momentos en que cabalg� sobre Epona, como cuando salt� para atravesar el puente roto que separaba la fortaleza Gerudo de las praderas de Hyrule.

Tom� de su bolsillo la ocarina de las hadas y enton� con ella la canci�n de Epona. Inmediatamente la yegua reaccion�, se acerc� a Link y le acarici� el brazo con la cabeza.

-Epona te sigue estimando Link, todav�a te recuerda.
-Gracias Malon �dijo Link entre suspiros �gracias por todo lo que hiciste hoy por m�.

Le dio las rupias de la entrega de la leche, se mont� sobre Epona y se decidi� a salir galopando del rancho, mientras se desped�a de todos con un gesto.

Galop� hasta la salida, a punto de perderse de la vista de Malon, cuando de pronto escuch� que ella le gritaba.

-�Link, se te olvida tu t�nica!

Se detuvo de repente y se regres� al rancho, con la cara del color de un tomate, demostrando lo avergonzado que se sent�a, mientras ve�a c�mo Malon de �l se re�a.
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