Adiï¿½s, Hyrule por XLDBrawl

R4ml · Administrador Registrado: 12 Sep 2007 Mensajes: 1324

Primer capï¿½tulo

Era un dï¿½a resplandeciente, el ocï¿½ano respiraba tranquilo, sereno, sin complicaciones; pero en el fondo del mar, una tierra olvidada en el tiempo estaba allï¿½, era la tierra sagrada de Hyrule, la que Ganondorf ansiaba desde siempre, y se le cayï¿½ el futuro encima, cuando le derrotaron un muchacho de verdes ropajes, diferente al Hï¿½roe del Tiempo, pero con su mismo espï¿½ritu; y una muchacha valerosa y descarada, quien no supo hasta cierto momento su verdadera identidad: era la heredera legï¿½tima del Reino de Hyrule, ï¿½La tierra olvidadaï¿½.

En Hyrule, la lluvia acechaba el momento que Ganondorf ansiaba, conquistar la Trifuerza, que le resultï¿½ inï¿½til por los deseos de futuro por parte del Rey. Furioso, Ganon querï¿½a eliminar a los niï¿½os del futuro, Tetra y Link, y pagï¿½ su precio de aferrarse al pasado con su vida. Link le derrotï¿½ clavando su espada maestra en su cabeza, y se convirtiï¿½ en piedra. Mientras tanto, Link se cayï¿½, agonizante, cansado por tal batalla. Tetra fue en su ayuda y le levantï¿½ a reponerse. En ese preciso momento, aparece el Rey Daphness, como si por arte de magia se hubiese tratado, dijo:

-Hijos mï¿½osï¿½escuchadme con atenciï¿½n. ï¿½dijo mirando a Link y Tetra, con una voz leve, frï¿½a y agonizante-. Siempre he estado viviendo en el pasado, queriendo revivir la gloria de viejos tiemposï¿½-comenzï¿½ a suspirar livianamente-, pero revivirlo tanto me hizo arrepentirme. Me di cuenta de ello cuando te conocï¿½, Link.

Link no dijo nada, y siguiï¿½ escuchando al Rey. Tetra hace un gesto de descaro.

- Desde la inundaciï¿½n, siempre tuve consciente el revivir mi vieja, armoniosa y gloriosa Hyrule. ï¿½dijo el Rey.

De la nada, comenzaron a caer unos rayos.

-ï¿½Por quï¿½? -preguntï¿½ Tetra-. ï¿½Por quï¿½ querï¿½as hacerlo, Majestad?

-Porque asï¿½ el tiempo nunca se detendrï¿½a, pero el ï¿½nico inconveniente era Ganondorf.- ï¿½le explica-. Siempre he estado atado a esta tierra, a Hyrule.

El Rey se mueve hacia la izquierda, la lluvia le daba sin preocupaciï¿½n y mirï¿½ atentamente a la piedra en la que Ganondorf estaba sellado con la Espada Maestra.

-En esto, ï¿½ramos iguales Ganondorf y yo. ï¿½dijo mirando a la cara de Ganondorf.

Hubo un momento de silencio, Link entendï¿½a las palabras que decï¿½a el Rey, pero no la vinculaciï¿½n con el pasado a la que se referï¿½a. Por otro lado, Tetra se acercï¿½ al Rey, pero ï¿½ste la detuvo y les vaticinï¿½ lo siguiente:

-Hijos mï¿½os, vosotrosï¿½ debï¿½is mirar hacia delante como siempre hacï¿½is. Da igual que la gente considere estas historias como leyendas o cuentos, sus ancestros son los ï¿½nicos que lo saben, y vosotros.

El Rey pidiï¿½ a los chicos que se acercasen a ï¿½l.

-No os hemos dejado una tierra que os merezca- dijo llorando-. Combatisteis al mal cuando tuvo que aparecer, confiando en vosotros mismos y en esta ï¿½poca, pero nosotrosï¿½

Volviï¿½ a haber un momento de silencio, esta vez mayor. La lluvia era la ï¿½nica que seguï¿½a tranquila, pero cayendo con mayor intensidad. Link iba a consolarlo.

-ï¿½Link! -exclamï¿½ Tetra-. ï¿½No vayas!

-Pero Tetraï¿½

-Por favor -le suplicï¿½-, no lo hagas. Dï¿½jale tranquilo.

Mirando al Rey, Link entrï¿½ en lï¿½grimas. Tetra hizo lo mismo al no poder dejar de ver aquella situaciï¿½n tan triste y desesperada para el Rey.

-Adiï¿½s, estoï¿½ -dijo con lï¿½grimas-, esto es lo ï¿½nico que os pudimos dejar.

Link y Tetra se volvieron mï¿½s melancï¿½licos e intentaron consolar entre los dos al Rey, pero ï¿½l seguï¿½a aï¿½n mï¿½s melancï¿½lico, y les dijo:

-Por favor, espero que nos perdonï¿½is. ï¿½dijo lamentï¿½ndose.

Pero entonces, Tetra, uniï¿½ sus manos y comenzï¿½ a sonreï¿½r al Rey.

-ï¿½Espera! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½Podrï¿½asï¿½ podrï¿½as venir con nosotros? ï¿½le sugiriï¿½.

-Es una buena idea. ï¿½dijo Link-. Estarï¿½as muy bien con nosotros en este mundo.

-Por supuesto ï¿½completï¿½ Tetra-. Tenemos un barco. Podrï¿½as estar viajando con nosotros surcando los mares. Encontremos esa tierra, no, ï¿½la encontraremos!.

Link le sonriï¿½ tambiï¿½n, con una cara de satisfacciï¿½n.

-Majestad, fundaremos en esa tierra una nueva Hyrule. ï¿½Serï¿½ la prï¿½xima Hyrule! ï¿½

-exclamï¿½-. Fundaremos un nuevo paï¿½s.

-Asï¿½ queï¿½ -dijo Tetra, intentando completar sus palabras.

Tetra mirï¿½ fijamente al Rey y no podï¿½a contener la emociï¿½n. Sin embargo, el Rey se lo pensï¿½ detenidamente, y les sonriï¿½. Tetra estaba triste, no esperaba una sonrisa tan esbozada del Rey, en cambio, Link, no parecï¿½a expresivo.

-Niï¿½osï¿½ -sonriï¿½ el Rey-. Esa tierra nunca serï¿½ Hyruleï¿½

Tetra, ante esas palabras comenzï¿½ a llorar.

-Serï¿½ ï¿½Vuestra tierra! ï¿½exclamï¿½ entristecido.

De nuevo hubo un silencio rotundo, pero el Rey sonreï¿½a por los muchachos, que iban a disfrutar de su futuro. La lluvia comenzï¿½ a desaparecer y el deseo a las diosas por parte del Rey, una especie de sello, comenzï¿½ a aparecer. El agua estaba volviendo a baï¿½ar la tierra olvidada. Link y Tetra, creyendo que se les caï¿½a un chaparrï¿½n encima, cerraron los ojos durante un momento. Cuando los abrieron, toda Hyrule estaba baï¿½ada por el agua, y ambos tenï¿½an una protecciï¿½n encima que los impulsarï¿½a al mar.

-ï¿½Por quï¿½? ï¿½se preguntï¿½ Link.

Mirï¿½ a unas burbujas que los estaban impulsando. Tetra intentaba cogerle de la mano y se miraron mutuamente. Mientras ocurrï¿½a, Tetra estaba siendo impulsada por las burbujas para subir al mar, Link se rehusï¿½ a cogerla de la mano y ella subiï¿½ rï¿½pidamente al ocï¿½ano.

-ï¿½Sube rï¿½pido!-le dijo a Link-. Poco despuï¿½s, se mareï¿½, y poco a poco, fue perdiendo la consciencia-. ï¿½S-su-suï¿½ be!- dijo lentamente hasta perder totalmente la consciencia.

Link se rehusaba a volver. Mientras Tetra subï¿½a, ï¿½l, por su parte, querï¿½a descender a toda costa para despedirse del Rey y agradecerle todo lo que hizo. Las burbujas se volvieron mï¿½s violentas con el acercamiento de Link hacia el Rey, hasta que Link se acercï¿½ e intentï¿½ darle la mano.

-Majestadï¿½ -dijo lentamente-. Majestadï¿½

El Rey alzï¿½ la mano, buscando dï¿½rsela a Link.

-Majestad, haï¿½sido unï¿½ -dijo cabizbajo, cuando las burbujas empezaron a impulsarle violentamente hacia el ocï¿½ano- ï¿½ honorï¿½ -dijo intentando darle la mano-.

Cuando estuvieron a punto de estrecharse la mano, las burbujas fueron mï¿½s violentas y acabaron llevando a Link hacia arriba. Link intentaba rehusarse, pero fue quedï¿½ndose inconsciente poco a poco y su rostro se fue entristeciendo hasta acabar llorandoï¿½

-ï¿½Majestad! ï¿½Majestad! ï¿½exclamï¿½. De un suspiro, sacï¿½ tosas sus energï¿½as y gritï¿½ fuertemente-. ï¿½ï¿½MAJESTAD!!

Link rompiï¿½ totalmente en lï¿½grimas y perdiï¿½ totalmente la consciencia, quejï¿½ndose en sus pensamientos, el porquï¿½ no pudo estrecharle la mano y las lamentaciones de estar atado a su pasado. El Rey se lamentï¿½ de no poder estar con ellos. En el fondo del mar, el Rey pereciï¿½ por su propia voluntad, y permaneciï¿½ junto a Ganondorf, pues ambos siempre se ataron al pasado de Hyrule. Para el Rey, si Hyrule ya estaba muerta, debï¿½a morirse con su tierra.

Y ya en el ocï¿½ano, Tetra volviï¿½ a su forma normal, de ser princesa a la pirata descarada y valerosa de los mares. Despertï¿½ primero que Link y vista en su forma original, con el pelo recogido en una coleta en la parte superior de la cabeza, intentï¿½ despertar a Link, que aï¿½n seguï¿½a inconsciente, sumergido en sus pensamientos.

-Maï¿½ Majestadï¿½ -decï¿½a en sus pensamientos.

Tetra, no queriendo recordar lo ocurrido, cogiï¿½ a Link y le despertï¿½ cogiï¿½ndole del cuello. Link consiguiï¿½ despertarse, y al poco rato aparecieron Komali, el Orni amigo de Link y Medli, y el barco pirata de Tetra, con Medli, Abril y Makore dentro. Abril ve a su hermano y le sonrï¿½e, diciendo que estï¿½ bien. Medli y Makore le ven y ayudan a Komali a llevarles dentro del barco.

Final del Primer Capï¿½tulo

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Capï¿½tulo Segundo

Subidos en el barco de la tripulaciï¿½n, Abril lleva a Tetra y Link para que reposen. Link estaba temblando de frï¿½o y aï¿½n seguï¿½a como dormido. Abril, Medli y Makore estuvieron a su lado.

Llegada la noche, Tetra ya estaba en su habitaciï¿½n. Link, por otro lado, permaneciï¿½ fuera del barco. Estaba todavï¿½a en esa especie de sueï¿½o. Abril, Medli y Makore descansaron abajo, junto a la tripulaciï¿½n, excepto dos, Nico, el que tenï¿½a que vigilar, y Gonzo, pendiente de la capitana. Se acerca a Tetra, pero ï¿½sta lo detiene:

-Gonzo, no sigas ï¿½le dijo con un tono hostil-, o te echo a los tiburones.

Gonzo se fue a donde estï¿½ Nico.

-Nico, ï¿½quï¿½ le pasa a la capitana Tetra?

Se miraron mutuamente durante un momento.

-Maldiciï¿½n ï¿½dijo Gonzo-, ese muchacho de Linkï¿½

-Gonzo, ï¿½estï¿½s loco? ï¿½dijo Nico, preocupado-. ï¿½Quï¿½ le vas a hacer?

Gonzo hace mucho ruido. Sus potentes y robustos pies hacen temblar a Nico.

-ï¿½Deja de hacer ruido! ï¿½exclamï¿½ en voz baja-. Vas a despertarlos.

Gonzo deja de hacer ruido y va andando despacio hacia fuera del barco. Parecï¿½a que iba a cantarle las cuarenta a Link, que le habï¿½a hecho algo a la capitana, y Gonzo, como protector de la capitana, le detendrï¿½a. Nada mï¿½s salir a la parte exterior, junto al mï¿½stil, cerrï¿½ la puerta lentamente y con sigilo para no percatarse de su presencia. Mientras tanto, Link, un poco mï¿½s consciente, avanzï¿½ desde donde estaba el ancla hasta el mascarï¿½n de proa, avanzï¿½ con cuidado para no caerse y se sentï¿½. Moviï¿½ su rostro y recordï¿½ la luna llena de Taura. Con sï¿½lo recordarlo, a Link le entrï¿½ una fuerte depresiï¿½n. Habï¿½a pasado mucho tiempo con el Rey de Hyrule como Mascarï¿½n Rojo y volviï¿½ a llorar. Gonzo, atï¿½nito ante lo que estaba viendo, avanzï¿½ un poco mï¿½s hasta acercarse poco a poco a Link.

-Majestadï¿½ -dijo llorando-. ï¿½Por quï¿½ tuviste que hacerlo?

Gonzo, con oï¿½r esas palabras, fue corriendo sin que Link se percatase de su presencia y fue a ver a la capitana Tetra.

-ï¿½Capitaaaanaaaaa! ï¿½exclamï¿½.

Tetra le oyï¿½.

-ï¿½Idiota! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½Deja de dar voces!

-Verï¿½, Linkï¿½

Tetra se levantï¿½ y le detuvo.

-Gonzo, vete abajo y dile a Nico que podï¿½is descansar, voy a hablar con Link.

-Peroï¿½ capitana Tetraï¿½

-ï¿½Gonzo! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½Si no me obedeces, y estï¿½s espiando, te arrancarï¿½ esa lengua y la romperï¿½ con mi daga! ï¿½dijo muy enfadada-. ï¿½Queda claro?

Gonzo obedeciï¿½ sin rechistar y se fue abajo, le contï¿½ a Nico lo sucedido y ambos cerraron la puerta y se echaron a dormir. Tetra, harta de aguantar a semejante tripulaciï¿½n, saliï¿½ y se fue acercando a Link tranquilamente.

Al acercarse, observï¿½ la fuerte depresiï¿½n del pobre chico.

-ï¿½Estï¿½pido! ï¿½le gritï¿½-. Deberï¿½as animarte.

-Estoï¿½Tetraï¿½ -intentï¿½ decirle algo.

Tetra se sentï¿½ junto a ï¿½l y le pidiï¿½ explicaciones. Link le contï¿½ el motivo por el que se sentï¿½a deprimido.

-Eres un sentimental. ï¿½dijo-. Olvï¿½date de ello, lo superarï¿½s.

Link no pronunciï¿½ palabra. Tetra, desconfiando un poco de Link, se sentï¿½ junto a ï¿½l. Bajo la luna llena, los dos estaban sentados juntos, Tetra se fue acercando a Link poco a poco para consolarle.

-Vamos. ï¿½dijo suavemente-. No puedo quitarme lo ocurrido de la cabeza. Entiendo que has viajado mucho para salvar a tu hermanita y a mï¿½ ï¿½le dijo guiï¿½ando un ojo-, pero no lo recuerdes mï¿½s. Lo pasado, pasado estï¿½. Si fueras el hï¿½roe del Tiempo, ï¿½habrï¿½as cambiado esto? -le preguntï¿½.

Link fue recuperando la sonrisa poco a poco y no pudo evitar algo. Se habï¿½a enrojado mirando a Tetra, estaba demasiado enrojado como para decirle algo. Sin embargo, Tetra no parecï¿½a haberlo visto. Link se acercï¿½, con sigilo, a agarrarle la mano a Tetra. Aprovechando la ocasiï¿½n en la que estaban solos, le pidiï¿½ que subieran al mï¿½stil para contemplar la luna, a lo que Tetra accediï¿½, diciï¿½ndolo con un suspiro. Nada mï¿½s subir el mï¿½stil, ambos se sentaron. Inicialmente, Link miraba a Tetra, y ï¿½sta hacï¿½a lo mismo, pero se huï¿½an el uno del otro, como si sus miradas no quisieran cruzarse. Siguieron asï¿½ durante una media hora, hasta que Link decidiï¿½ cortar el rollo y mirï¿½ la luna llena atentamente. Acto seguido, agarrï¿½ de nuevo la mano de Tetra y la uniï¿½ a la suya sin percatarse ella de algo curioso. Tetra vuelve a mirar a Link cuando ï¿½ste no mira y se sonroja. Acto seguido, sonrï¿½e. Tanto como ella y Link, se volvieron a mirar, pero entrando en contacto paulatinamente. Las miradas de cada uno no se podï¿½an evitar. Link agarrï¿½ las manos de Tetra y se fueron acercando poco a poco. Los rostros de cada uno se fueron sonrojando cada vez mï¿½s y mï¿½s, como si fueran volcanes a punto de entrar en erupciï¿½n.

-Tetraï¿½ -dijo Link-, yoï¿½

Cuando estuvo a punto de decirle a Tetra algo importante, una voz gritï¿½.

-ï¿½ï¿½Tierra a la vista!! ï¿½gritï¿½ esa voz-. Capitana Tetra, no nos queda mucho.

En ese momento, ambos estaban aï¿½n en su mundo de fantasï¿½a, pero no durï¿½ mucho tiempo. Abril subiï¿½ al mï¿½stil y encontrï¿½ a su hermanito agarrando la mano de Tetra.

-Hermanitoï¿½ -dijo en voz baja-. ï¿½Quï¿½ estï¿½s haciendo?

Cuando Link oyï¿½ a su hermana, tanto Tetra como ï¿½l dejaron de estar en los laureles. Tetra le soltï¿½ la mano, disimulando su fuerte carï¿½cter y regaï¿½ando a Link delante de su hermana. Saltï¿½ desde lo alto del mï¿½stil hacia dentro del barco. Encontrando a la tripulaciï¿½n dormida, gritï¿½:

- ï¿½A ver, fortachones! ï¿½dijo con seriedad-, ï¿½levantad ese trasero, gandules, que vemos tierra firme!

A continuaciï¿½n, la tripulaciï¿½n se levantï¿½ rï¿½pidamente: alzaron las velas con viento a toda vela, quitaron parte de las amarras para ganar velocidad y fueron rumbo a aquella isla que se veï¿½a por los catalejos del ocï¿½ano.

-Link ï¿½dijo Abril-. Mira estoï¿½

Link mirï¿½ por el catalejo a la isla a donde se dirigï¿½an.

-Hermanitaï¿½ -dijo con un tono emotivo-. ï¿½Sabes a dï¿½nde nos dirigimos? ï¿½le dijo como si fuera un acertijo.

-No ï¿½dijo precipitadamente.

-ï¿½Por las barbas de los pulpos marinos! ï¿½exclamï¿½-. Hermanita, esa isla esï¿½

Fin del Capï¿½tulo Segundo

R4ml · Administrador Registrado: 12 Sep 2007 Mensajes: 1324

Capï¿½tulo Tercero

Link, intentando que Abril descubriera quï¿½ isla era, tratï¿½ de que la descubriera por acertijos. Primero empezï¿½ con la figura de una casa, luego seï¿½alando el catalejo que ella le dio, y despuï¿½s haciendo una serie de prï¿½cticas con la vieja espada que poseï¿½a antes de obtener la Espada Maestra. Abril no caï¿½a aï¿½n en la dichosa isla, hasta que Link tuvo que decï¿½rselo.

-Hermanitaï¿½ esa islaï¿½ -dijo mirando fijamente a ella-. Esa isla esï¿½, ï¿½nuestra casa!

Abril quedï¿½ atï¿½nita.

-ï¿½Cï¿½mo has podido olvidar nuestra casa? Con la de veces que pasï¿½ por la isla para pedirle prestada la sopa a la abuela.

Abril comenzï¿½ a reï¿½rse sin control. Lo entendiï¿½ como algo irï¿½nico.

-ï¿½Abril, no tiene ninguna gracia!

Link comenzï¿½ a percatarse de algo.

-Por cierto, ï¿½sabes dï¿½nde estï¿½n Medli y Makore? ï¿½preguntï¿½.

-Se han ido a sus hogares ï¿½respondiï¿½.

-ï¿½ï¿½Quï¿½?! ï¿½dijo sorprendido-. Hermanita, ï¿½volverï¿½n?

-ï¿½Claro que sï¿½! ï¿½exclamï¿½-. Me dijeron: ï¿½Dile esto a Link. Nosotros nos iremos, pero cuando se vayan, que pasen por nuestras islas. Tenemos que decirles algo.ï¿½

Link no conseguï¿½a responder. Mientras tanto, Tetra les llamï¿½ para que vieran la isla. Les preguntï¿½ si era Initia, a lo que respondieron moviendo la cabeza. Tetra les dijo que Abril deberï¿½a quedarse, pero ella no querï¿½a separarse de su hermanito.

-Hermano, dile algo.

Link se dirigiï¿½ a Tetra con sigilo, y le susurrï¿½ al oï¿½do:

-Mejor nos quedemos en la isla y hagamos una fiesta. Al dï¿½a siguiente, partiremos.

Tetra aceptï¿½ y gritï¿½ a la tripulaciï¿½n que iban a hacer una fiesta. Nada mï¿½s llegar a la isla Initia, ordenï¿½ a todos excepto Gonzo que fueran a buscar madera; ï¿½ste se fue con Link y Abril a ver a la abuela de ambos. La abuela estaba tan contenta cuando vio a Abril, que estuvo a punto de echar una piscina con sus lï¿½grimas. Gonzo contemplaba tal escenita que se emocionï¿½, algo inusual en un pirata fortachï¿½n de sus caracterï¿½sticas. La abuela vio a Link y le dio un fuerte abrazo, felicitï¿½ndole por rescatar a Abril.

-Muchachos, ï¿½os vais a quedar?

-Verï¿½s, abuelaï¿½ -dijo Link, sin continuar.

-Oh. Lo siento, sï¿½ que te irï¿½s, querido nieto. Haremos una fiesta que no vayan a olvidar nuestros invitados en su vida.

Link se puso contento y comenzaron a hacer los preparativos para la fiesta. Anocheciendo, Link y su familia terminaron los preparativos: una comida suculenta, una mesa bien grande de madera y el ruido del viento que soplaba desde el sur. Link comprobï¿½ todas las cosas: platos, comida, vasos, bebidasï¿½, y la isla entera se volcï¿½ con la fiesta. El viejo Orca llamï¿½ a Link.

-Dime, viejo Orca.

-Link, ï¿½tienes mi espada? ï¿½le preguntï¿½.

-Aquï¿½ estï¿½, maestro ï¿½respondiï¿½ con educaciï¿½n-. Su espada.

El viejo Orca comprobï¿½ la espada. No tenï¿½a araï¿½azos, ni nada por el estilo, pero perdiï¿½ algo de filo con el tiempo en el que Link empuï¿½ï¿½ la Espada Maestra.

-Te la arreglarï¿½ ï¿½dijo-. ï¿½sala con mucho cuidado, por favor.

Link se lo agradeciï¿½.

Ya llegada la noche, todos se fueron reuniendo. En primer lugar lo hicieron los isleï¿½os, despuï¿½s el viejo Orca y su hermano sabiondo, luego los piratas, Abril y la abuela; y, por ï¿½ltimo, Link y Tetra. Antes de empezar, la abuela dio unas palabras a los invitados. A Tetra le pareciï¿½ un coï¿½azo y se lanzï¿½ al ataque, pero Link, observando sus movimientos, la agarrï¿½ de la mano y le dijo: ï¿½No lo hagas aï¿½n. Hazlo por mï¿½. A ella se le volviï¿½ a poner la cara colorada como un tomate, pero intentï¿½ hacer creer que estaba de mal humor, cosa que ni Abril ni Link se creyeron, sobre todo Abril.

Habiendo terminado la abuela sus palabras, todos empezaron a comer. Gonzo, indeciso, agarrï¿½ la sopa de la abuela y la probï¿½. Estaba tan deliciosa que siguiï¿½ comiendo mï¿½s de su sopa. La abuela se ilusionï¿½ tanto que preparï¿½ mï¿½s sopa para Gonzo. Los demï¿½s piratas, a excepciï¿½n de Nico, comï¿½an carne y no paraban de hablar sobre todo el tiempo que no estaban en tierra para montar una de esas fiestas, pero Nico estaba mirando a Abril. Link vio cï¿½mo miraba a su hermana y la susurrï¿½ de que parecï¿½a que le gustaba, a lo que Abril respondiï¿½ con una sonrisa. Los aldeanos comï¿½an tan lentamente que no prestaban mucha atenciï¿½n a los demï¿½s y prefirieron no mencionar palabra. Ya pasadas dos horas, todos estaban tan tranquilos que los piratas fueron a por unos barriles de cerveza y fueron a servï¿½rselas a todos, excepto Tetra, Link, Abril, Nico y la abuela. Los cuatro primeros no estaban presentes en aquel momento, pero la abuela se negaba a tomar bebidas alcohï¿½licas. Gonzo, con las ganas que tenï¿½a de beber cerveza hasta mï¿½s no poder, levantï¿½ la mano derecha, luego levantï¿½ la pierna derecha para ponerla encima de la mesa y gritï¿½:

-ï¿½Muchachos, bebamos! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½ï¿½Ken-pai!!

-ï¿½Bien! ï¿½gritaron los presentes.

Entonces, Gonzo se subiï¿½ a la mesa para bailar. El Maestro Orca tambiï¿½n lo hizo. Bailaban tan raro que todos se reï¿½an de las posturas tan extraï¿½as de ambos.

-ï¿½Vamos, vamos! ï¿½exclamaron-. Bailad como todos sepï¿½is.

Mientras, en la otra parte de Initia, en donde estï¿½ la atalaya, Abril estaba contemplando las estrellas. Nico estaba con ella.

-Nico, ï¿½no te gustan las estrellas?

Nico no respondiï¿½.

-Vamos, vamos, Nico.

Nico estaba tan nervioso que no podï¿½a estar quieto.

-Estoï¿½

-ï¿½Sï¿½? ï¿½preguntï¿½ Abril-. ï¿½Quï¿½ quieres, Nico?-dijo con un tono dulce.

-Estoï¿½no sï¿½ cï¿½mo decirï¿½ -se quedï¿½ suspendido.

Abril mira fijamente a Nico, pero ï¿½ste no pude evitar mirarla.

-Verï¿½s, Abrilï¿½ es queï¿½

Abril se fue acercando poco a poco a Nico, mientras se iba poniendo mï¿½s y mï¿½s tenso.

-Tï¿½ï¿½ ï¿½ï¿½Meï¿½!! ï¿½exclamï¿½, intentando decirle algo a Abril-. Abril, tï¿½, tï¿½ï¿½tï¿½ï¿½, ï¿½ï¿½Me gustas muuuuucho!! ï¿½dijo echï¿½ndole valor a la situaciï¿½n.

Pero luego, alguna extraï¿½a razï¿½n se detuvo. Resulta que Nico se desmayï¿½ y empezï¿½ a salirle sangre por la nariz. Abril, habiï¿½ndolo visto caer, usï¿½ la luz de su catalejo para llamar a los aldeanos. Lo intentï¿½ otra vez, pero fue totalmente inï¿½til, pues todos estaban atentos al bailecito y a la gran fiesta que estaban realizando. Abril agarrï¿½ a Nico y lo fue cuidando, como si fuera un hermano. Sabï¿½a que estaba profundamente enamorado de ella, y ella esbozï¿½ una fuerte sonrisa.

Por otra parte, en la cima de la isla, Link seguï¿½a a Tetra.

-ï¿½Tetra, no sigas! ï¿½exclamï¿½.

Ella no le hacï¿½a caso y siguiï¿½ caminando.

-Tetra, ï¿½adï¿½nde me llevas? ï¿½preguntï¿½, pero siguiï¿½ sin tener respuesta-. ï¿½Quï¿½ te he hecho? ï¿½Dï¿½jate de comportarte con ese descaro y volvamos a la fiesta!

Tetra girï¿½ su cabeza hacia Link.

-Seguro que Abril y Nico, que nos seguï¿½an, volvieron.-dijo Link.

Ella dio dos pasos atrï¿½s y corriï¿½ como pudo hasta la cima de la isla. Link no entendiï¿½ el porquï¿½ y la siguiï¿½. Poco rato despuï¿½s, de la nada, apareciï¿½ un Moblin y Tetra entablï¿½ combate con ï¿½l. Link llegï¿½ rï¿½pido y vio al Moblin. Querï¿½a derrotarlo, pero Tetra le dice:

-ï¿½Link, no vengas!

No entendiï¿½.

-ï¿½No vengas! ï¿½exclamï¿½, como si fuera una orden-. Quiero que veas mi poder. Asï¿½ que no luches, dï¿½jame esto a mï¿½.

-Peroï¿½

-ï¿½Crees que no soy tan fuerte como tï¿½? ï¿½le preguntï¿½ con descaro-. No me menosprecies. Soy la pirata Tetra, valerosa en los siete mares.

Link lo entendiï¿½ y se sentï¿½ cerca de un par de rocas. Se sentï¿½ en la roca mï¿½s pequeï¿½a para poder contemplar el combate. Tenï¿½a algunas incertidumbres acerca del poder de Tetra, que pronto descubrirï¿½a.

-ï¿½Allï¿½ vamos, maldito Moblin! ï¿½exclamï¿½ Tetra-. ï¿½Ahora te vas a enterar!

Saca su daga y el combate comienza. El Moblin intentï¿½ atacarla de frente, a lo que ella esquivaba rï¿½pidamente, intentando contraatacar a la vez, a lo que el Moblin la frenaba en seco con el escudo de cartï¿½n. El combate se presentï¿½ mï¿½s igualado, pero el Moblin atacï¿½ a Tetra por sorpresa y esquivï¿½ rï¿½pidamente, pero se le cayï¿½ la daga. Link se comenzaba a poner nervioso por si debï¿½a intervenir, pero Tetra le estaba mirando con una cara tan maliciosa que a Link le entrï¿½ mï¿½s el terror que la intenciï¿½n de ayudarla, y decidiï¿½ no intervenir, sino en confiar en ella.

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Capï¿½tulo Cuarto

Ante la inminente batalla, Link sï¿½lo podï¿½a mirar. Tetra no querï¿½a ayuda para derrotar a un simple Moblin. Cuando ï¿½ste se acercï¿½ a por Tetra, ella siguiï¿½ esquivando, y vio que el Moblin estaba custodiando su daga. Asï¿½ que, con un plan un tanto improvisado, se acercï¿½ al Moblin de frente, y ï¿½ste fue a atacarla, pero Tetra dio un salto pisando la cabeza del Moblin. Su cabeza quedï¿½ marcada con el pisotï¿½n de los pies de ella, que acabï¿½ tirï¿½ndolo al suelo y volviï¿½ a recuperar su daga. Acto seguido, realiza una postura similar a los esgrimistas y comienza a atacarlo con una postura bï¿½sica de ataque. El Moblin resiste el ataque con el escudo, pero Tetra realiza una parada que lo deja en seco; luego, con una estocada lateral derecha consiguiï¿½ romper parte del escudo. El Moblin intenta detenerla con un golpe violento frontal. Sin embargo, Tetra, con su mirada maliciosa, potencia el movimiento de su daga y ï¿½respondeï¿½ al ataque, y en un acto reflejo, golpea el escudo del Moblin y lo rompe.

-ï¿½Ahora verï¿½s, maldito! ï¿½exclamï¿½-. Uno, dosï¿½

El Moblin aï¿½n estaba un tanto aturdido y atacï¿½ en un acto de desesperaciï¿½n.

-ï¿½Tres! ï¿½exclamï¿½ a voces-. ï¿½Toma mi ataque especial, estï¿½pido!.

Tetra detuvo rï¿½pidamente el ataque y se lo devolviï¿½ clavï¿½ndole la daga en el pecho.

-ï¿½Muere, desgraciado!

Le golpeï¿½ en la cabeza y luego, con la espada de ï¿½ste, le asesina clavando la espada en la cabeza, de un modo tan violento que Link no pudo soportar. Link querï¿½a escapar, pero Tetra le dijo:

-Link, ven aquï¿½ ï¿½ dijo con un tono serio e imperioso-. Ayï¿½dame con esta basura.

Link se acercï¿½ a Tetra para agarrar el Moblin muerto. Sin embargo, ï¿½l encontrï¿½ algo entre sus ropas y se lo guardï¿½. Tetra no se dio cuenta y ambos lo tiraron despuï¿½s.

-ï¿½Bien, al fin ya es comida para los tiburones! ï¿½Ja, ja, ja!

Link, viï¿½ndola reï¿½rse, tambiï¿½n se riï¿½.

-Oye, Tetraï¿½

-ï¿½Sï¿½? ï¿½preguntï¿½.

Link intentï¿½ preguntarle si volvï¿½an a la fiesta, pero Tetra lo detuvo.

-No es necesario que volvamos, aquï¿½ es un buen sitio. Ademï¿½s, el viento se respira bien y para maï¿½ana puede venirnos muy bien. ï¿½No crees?

-Pues entonces, sentï¿½monos en la roca mï¿½s grande ï¿½dijo Link.

Link agarrï¿½ a Tetra de la mano y caminaron a la roca. Tetra estaba mï¿½s contenta y tanto ella como ï¿½l estaban tan sonrojados que cuando se miraron a la cara, parecï¿½an dos volcanes en erupciï¿½n. Tetra le guiï¿½ï¿½ un ojo y Link la sonriï¿½ brevemente. Nada mï¿½s sentarse, se separaron unos metros, sin embargo, ambos no podï¿½an evitarlo y Tetra se fue acercando a Link.

-Link, acï¿½rcate ï¿½dijo Tetra.

Link se acercï¿½.

-Estoï¿½

-ï¿½Sï¿½? ï¿½preguntï¿½-. ï¿½Quï¿½ quieres?

Le estaba guiï¿½ando el ojo, y Link se puso un tanto nervioso.

-Tetraï¿½

De repente, ambos se miraron. Link aprovechï¿½ ese momento en el que se miraban mutuamente a los ojos, y agarrï¿½ sus manos como en la ocasiï¿½n anterior.

-Tengo que decirte algo.

Tetra estaba mï¿½s sonrojada que nunca y sonriï¿½ ante lo que iba a decir Link.

-Verï¿½sï¿½ yoï¿½

Tetra seguï¿½a diciendo en sus pensamientos: ï¿½Sï¿½, sï¿½, dilo ya de una vez. Dilo ya, dilo ya, dilo ya, que tengo ganas de saberlo.ï¿½

Link apretï¿½ con un poco mï¿½s de fuerza las manos, y viendo lo tan sonrojados que estaban ambos, inicialmente estaba indeciso, pero como nadie les iba a estropear el momento, decidiï¿½ dar el paso y declararse a Tetra.

-ï¿½Tetra! ï¿½exclamï¿½ con mucho valor-. ï¿½Me gustas mucho! No sï¿½lo eso, sino que tambiï¿½n siento algo por ti, es decir, estoy enamorado de ti.

Tetra se quedï¿½ paralizada durante un momento, y acto seguido, se desvaneciï¿½.

-ï¿½Tetra, Tetra! ï¿½exclamï¿½ Link-. ï¿½Reacciona, reacciona!

Link la agarrï¿½ de la manï¿½ y con la batuta realizï¿½ la melodï¿½a del viento. Tetra, poco despuï¿½s, se recuperï¿½. Link fue a socorrerla.

-Linkï¿½ acï¿½rcate.

Link se acercï¿½.

-Verï¿½s, me he quedado noqueada con lo que has dicho, ï¿½puedes repetirlo, por favor?; pero hazlo por mï¿½.

-Esto..que te amo con toda mi alma, Tetra.

A esto, Tetra pide que Link la agarre y la levante, pues ella agarrï¿½ su mano izquierda, y cuando se comenzï¿½ a levantar, se acercï¿½ a Link. El pulso y la tensiï¿½n se les iba aumentando por momentos, hasta que Link, por instinto natural, se acercï¿½ a Tetra poco a poco, y el resultado fue un beso apasionado, lleno de amor. Los labios se estremecï¿½an como las llamas de fuegos artificiales. Despuï¿½s, Link la levantï¿½ de nuevo y se volvieron a dar un fuerte beso, pero esta vez con mayor confianza y tranquilidad.

-Link, siento haber dudado de ti.

-No importa. Ademï¿½s, nos hemos confesado, eso es lo mï¿½s significante.

-Sï¿½ ï¿½dijo Tetra sonriente.

-Tetra, ï¿½te amo! ï¿½exclamï¿½-. Te amo mï¿½s que nada en este mundo.

-Linkï¿½y yo tambiï¿½n te amo, valiente.

Tras estos sucesos, Tetra y link volvieron a la isla como Abril y Nico, pero ï¿½ste ya habï¿½a ido a la fiesta hace rato, cuando se recuperï¿½. Cuando se encontraron, Abril les preguntï¿½:

-ï¿½Quï¿½ estabais haciendo arriba? ï¿½preguntï¿½ con un tono curioso.

Vio a Link y Tetra agarrados de la mano.

-Asï¿½ queï¿½

-No digas nada, hermanita. Es nuestro secreto. Como se entere alguienï¿½ va a haber una de no te menees ï¿½dijo Link en silencio a su hermana.

-Chiquilla, como te atrevas a decir algoï¿½ -dijo Tetra con cierto enfado.

-Tetra, no seas tan dura ï¿½le defendiï¿½ Link.

Al dï¿½a siguiente, por la tardeï¿½ toda la tripulaciï¿½n, incluido Link, se subieron al barco para prepararse. Se iban de viaje. Los isleï¿½os ayudaron a los piratas, y, mientras ocurrï¿½a, Abril llamï¿½ a Link para hablar con ï¿½l.

-ï¿½Hermano! ï¿½le llamï¿½.

Abril le entrega la espada del viejo Orca.

-ï¿½Gracias! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½Algo mï¿½s?

-Estoï¿½sï¿½.

Abril pidiï¿½ que Link hablase con ella antes de partir. Como no querï¿½a que les oyeran, ella quiso ir a la atalaya para hablar tranquilamente.

-Hermano, entoncesï¿½

-Sï¿½, es cierto. Tetra y yo estamos juntos.

Abril se emociona, pero luego se cela de su propio hermano y hace un gesto de descaro ante ï¿½l. Pero ella se agarra a la atalaya y contempla el apenas nuboso cielo y el sol que iluminaba sus rostros. Link se acercï¿½ a ella y le dijo.

-Hermana, volverï¿½. Te lo prometo.

Abril le respondiï¿½:

-No es eso, sino queï¿½ -dijo con un tono suspendido.

Link retrocediï¿½ dos pasos y comprendiï¿½ que le ocurrï¿½a a Abril. Ella no querï¿½a que su hermano mayor se fuera tan lejos. Temï¿½a no volver a verle nunca mï¿½s. Abril estaba tan melancï¿½lica que Link, pensï¿½ndoselo dos veces, se acercï¿½ a Abril. Ella se girï¿½ y ï¿½l la abrazï¿½. Abril se quejaba de que le apretaba bastante, pero Link estaba tan conmocionado que se puso a llorar porque pensaba lo mismo que ella, si volverï¿½an a verse de nuevo, o nunca mï¿½s, siendo tan sï¿½lo meros recuerdos de ambos. Abril se percatï¿½ del pensamiento que Link.

-ï¿½Ea, ea! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½No llores, hermano! ï¿½dijo, pero con algunas lï¿½grimas.

Link estaba llorando de una manera tan atï¿½pica que ni siquiera Abril podï¿½a contenerle.

-ï¿½Hermana, hermana! ï¿½exclamï¿½ en voz baja y llorando-. ï¿½No volveremos a vernos nunca mï¿½s? ï¿½le preguntï¿½.

-No seas pesimista, hermanito.

Link seguï¿½a echando llantos a bocajarro.

-Peroï¿½ ï¿½y si es verdad? ï¿½y si no nos volvemos a ver?

-Puesï¿½ -dijo sin saber quï¿½ decir.

Abril quedï¿½ perpleja mirando a Link. No encontraba las palabras adecuadas para tranquilizarle, asï¿½ que ï¿½l comenzï¿½ a dejar de llorar, y ella, abatida por el dolor, fue tranquilizï¿½ndose lentamente. Pasados diez minutos hubo un predominante silencio y sus rostros estaban muy pensativos. Link aï¿½n seguï¿½a preocupado, pero no sabï¿½a cï¿½mo decir a su querida hermanita algo, asï¿½ que, sacï¿½ndose un conejo de la chistera, le dijo:

-ï¿½Abril! ï¿½le exclamï¿½.

Ella se acercï¿½ a ï¿½l. Link fue a observar la atalaya y ella, a su lado, le fue escuchando:

-Veamos, si el viento me dicta que tengo que volver a verte, lo harï¿½. Eso sï¿½, nos volveremos a ver una o dos veces en nuestras vidas.

-ï¿½Cï¿½mo que una o dos veces? ï¿½le preguntï¿½.

-Es el dictamen final del viento. Me voy con los piratas de viaje a por nuevas tierras, y antes debo entregar el barco a un marinero. Le debo el favor.

-ï¿½Quï¿½? ï¿½dijo un tanto sorprendida-. ï¿½ï¿½Con los piratas?!

Link sonriï¿½ esbozando una fuerte sonrisa de alegrï¿½a.

-Pero vas a acabar como Nico, cuidando la cubierta.

-Me es lo mismo. Lo que quiero es viajar, y si hay que pelear, mi fuerte valentï¿½a les ayudarï¿½ a superar los obstï¿½culos.

-Tu con tal de estar con Tetra, harï¿½as lo que fuera ï¿½le respondiï¿½.

Link se girï¿½ hacia ella y le espetï¿½:

-Abrilï¿½

Ella se reï¿½a tanto que al muchacho no le parecï¿½a tener gracia. Sin embargo, le sonriï¿½ porque era posible que fuera la ï¿½ltima vez en la que se verï¿½an las caras.

-Oye, hermanita.

Ella dejï¿½ de reï¿½rse y se acercï¿½ a Link.

-Quiero que tengas esto.

-ï¿½Quï¿½ es esto? ï¿½preguntï¿½.

-Una piedra muy valiosa, hecha hace muchos siglos en la tierra olvidada, Hyrule.

-ï¿½Ah! ï¿½dijo sorprendida-. Entonces, ï¿½existï¿½a aquella tierra?

-ï¿½Sï¿½! ï¿½exclamï¿½ emocionado-. Pero ahora estï¿½ sepultada en el fondo del mar para siempre. Nunca volverï¿½ a tierra. Por eso, los piratas y yo tendremos que construir una nueva tierra. Y esta puede ser la ï¿½ltima vez que nos veamos, asï¿½ que toma la piedra.

-Pues yoï¿½ -dijo sacando algo-. Toma, es mi catalejo, pero con ciertas mejoras. Puedes doblarlo para que te resulte cï¿½modo.

-ï¿½Gracias, hermanita! Otra cosaï¿½

Entonces, Link se acercï¿½ a Abril y le dio un fuerte abrazo.

-Dile a la abuela que aguante mientras estï¿½ ausente, espero que viva tanto tiempo para luego poder volver a verla. La echarï¿½ de menos. Cuï¿½dala bien por mï¿½.

-De acuerdo.

Entonces, los dos se bajaron de la atalaya y fueron hacia el puerto, Tetra los estaba esperando. Los piratas ya habï¿½an preparado todas las cosas necesarias para partir.

-ï¿½Link! ï¿½exclamï¿½ Tetra-. ï¿½Llegas tarde, vamos, prepï¿½rate, rï¿½pido!

Link estaba un poco aturdido, asï¿½ que Abril le dijo que no se preocupara, que subiera para no enfadar a su ï¿½chicaï¿½. ï¿½l no tuvo mï¿½s remedio que preparar el Mascarï¿½n.

-Link, ï¿½quï¿½ estabas haciendo?

-Pues hablar con mi hermana ï¿½dijo, y le susurrï¿½ al oï¿½do-. La echarï¿½ de menos, querida.

Con sï¿½lo decirle ï¿½queridaï¿½, Tetra se puso un poco colorada.

-ï¿½Quï¿½ cosas tienes! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½Ja, ja, ja!

Tetra intentï¿½ reï¿½rse para disimular, pero se le veï¿½a en la legua que el amor estaba presente en el viento. Llegada la dies suprema, la tarde, el viento comenzï¿½ a soplar muy fuerte hacia el norte. Los piratas ya estaban listos en sus puestos, esperando la orden de Tetra para poder partir. Link, Mientras tanto, no tardï¿½ nada en montarse en Mascarï¿½n Rojo y se preparï¿½ para partir. Los aldeanos observaban con cierta nostalgia la retirada de su querido aldeano, sobre todo tenï¿½an esa nostalgia por Abril, que volvï¿½a a estar sola.

-ï¿½Muchachos, llegï¿½ el momento! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½Es la hora!

-ï¿½Sï¿½, capitana! ï¿½exclamaron todos.

-Alargad las velas pocos metros, chicos.

Nico y el pirata de las gafas lo hicieron. La vela estaba algo ondeada y la bandera pirata recibï¿½a un fuerte flujo de viento. Link comenzï¿½ a dar unos pequeï¿½os pasos, aunque muy despacio. En ese preciso momento, Tetra dijo:

-ï¿½Chicos! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½Levad las anclas, soltad las amarras! ï¿½ordenï¿½.

Luego, dijo en alto:

-ï¿½Dejad que nuestro destinoï¿½lo guï¿½e el viento!

Entonces, tanto Link como los piratas comienzan a partir al vasto y gran ocï¿½ano. Abril se acercï¿½ al puerto, alza la mano y la mueve en seï¿½al de despedida a Link.

-ï¿½Hermanito! ï¿½exclamï¿½-. ï¿½Espero con el tiempo, que nos volvamos a ver algï¿½n dï¿½a!

ï¿½Sï¿½, algï¿½n dï¿½a!

-ï¿½Sï¿½, algï¿½n dï¿½a! ï¿½le respondiï¿½ Link.

Poco tiempo despuï¿½s, los aldeanos los ven partir y desapareciendo poco a poco, hasta que no los ven, ni su sombra. Pero los viajeros nï¿½madas del ocï¿½ano se dirigï¿½an a encontrar nuevas tierras, y en ellas a fundar la nueva tierra que les predijo el difunto Rey de Hyrule. Como dijo Abril, los aï¿½os no pasarï¿½n en vano, y siempre habrï¿½, sï¿½, habrï¿½, que mantener la esperanza para que sus caminos se reencuentren.

Final del Capï¿½tulo Cuarto.

R4ml · Administrador Registrado: 12 Sep 2007 Mensajes: 1324

Capï¿½tulo Especial

Surcando el vasto ocï¿½ano en busca de aventuras y el cumplir las promesas que se iban a realizar, Link se sentaba en el mascarï¿½n de proa, observando el interminable poder del agua y respirando la suave brisa del viento. En primer lugar, debï¿½an parar en la isla Taura para devolver a Mascarï¿½n Rojo. Link, nada mï¿½s llegar, se lo entregï¿½ a su amigo marinero, que buscaba un bote con el que surcar los mares cercanos. El marinero se lo agradeciï¿½ con invitarle a tomar algo, aunque Link rechazï¿½ porque tenï¿½a prisa y Tetra lo esperaba; asï¿½ que, Link recibiï¿½ una brï¿½jula especial con la que encontrar islas en caso de estar perdido. Link la guardï¿½ rï¿½pidamente y se fue pitando hacia el barco, dejando pasar todo el tiempo con el que estuvo con Mascarï¿½n Rojo. Decidiï¿½ entregï¿½rselo a su amigo porque querï¿½a olvidar sus recuerdos con el Rey, y si seguï¿½a atado al pasado, le ocurrirï¿½a lo mismo que a Ganondorf, se le caerï¿½a el futuro y en parte, el presente. Evitando cualquier problema que le pudiera afectar mï¿½s adelante, se deshizo del barco al que tenï¿½a tanto aprecio, dï¿½ndoselo a un marinero que lo necesita en lugar de destrozarlo o dejarlo como recuerdo y volver a vivir la nostalgia del viaje.

Nada mï¿½s llegar, Tetra lo llamï¿½ para preguntarle adï¿½nde debï¿½an ir, respondiendo ï¿½ste con que debï¿½an ir a la isla del Dragï¿½n primero, y a la isla del Bosque, posteriormente. Tetra ya estaba animada y con cierta sed de aventuras, mientras que los demï¿½s

tripulantes aï¿½n no se habï¿½an recuperado de la resaca de la fiesta, excepto Nico, que recordaba con mucha nostalgia a Abril, creyendo que no volverï¿½an a verse nunca mï¿½s, cosa en la que coincidï¿½a con Link.

Tetra llamï¿½ a la tripulaciï¿½n y pidiï¿½ que se reunieran enseguida.

-ï¿½Muchachos! ï¿½exclamï¿½-. Nuestra parada serï¿½ la isla del Dragï¿½n. Asï¿½ que, moved esos traseros y controlad rï¿½pido el viento.

Todos obedecieron. Link no hizo nada, pues Tetra y ï¿½l iban a intimar un rato. Entonces, Link agarra a Tetra de los hombros y ella se gira, se miraron cara a cara y Link la besï¿½ de sorpresa, sin que ella tuviera tiempo de percatarse.

-ï¿½Pero quï¿½ estas haciendo? ï¿½dijo con un tono enfadado.

-Pues demostrarte mi amor ï¿½respondiï¿½ Link.

-Este no es momento para esas cosas ï¿½respondiï¿½ con dureza.

Tetra se enfadï¿½ y durante el poco tiempo que discutieron, ya estaban aproximï¿½ndose hacia la isla del Dragï¿½n. El ï¿½barbasï¿½ de la tripulaciï¿½n anuncia tierra a la vista, a lo que todos se acercaron rï¿½pidamente y Gonzo fue aligerando la velocidad del barco subiendo las velas, para evitar problemas durante el desembarco. Nada mï¿½s llegar a la isla del Dragï¿½n, Link saliï¿½ pitando para ver al Patriarca y a Medli. Tetra, indecisa ante lo que habï¿½a visto, decidiï¿½ esperar y se refugiï¿½ en su cuarto.

-ï¿½Si veis que en tres horas no llega, partiremos! ï¿½exclamï¿½.

-ï¿½ï¿½Quï¿½?! ï¿½exclamaron.

-ï¿½Cerrad el pico! ï¿½les espetï¿½-. Si no vuelve en tres horas, ya sabï¿½is quï¿½ hay que hacer.

La tripulaciï¿½n obedeciï¿½ sin rechistar.

Mientras tanto, Link, corriendo como un desesperado, consiguiï¿½ llegar hacia la sala del Patriarca y preguntï¿½ por Medli. Ella no estaba. El Patriarca tampoco supo decirle dï¿½nde podï¿½a estar, asï¿½ que se marchï¿½ resignado, aunque el Patriarca le mencionï¿½ que se iba a una isla con un bichito pequeï¿½o, y que tenï¿½a una hoja en su cara. Link reconociï¿½ al instante a Makore. Le agradeciï¿½ al Patriarca la informaciï¿½n y le vaticinï¿½ que esperarï¿½a volver a encontrarse con ï¿½l. Saliendo de allï¿½, el barco aï¿½n seguï¿½a amarrado y se fue corriendo. No habï¿½a pasado una hora y subiï¿½ a bordo.

-Link, ï¿½quï¿½ estï¿½s haciendo aquï¿½? ï¿½le preguntï¿½ Gonzo.

-ï¿½Estï¿½ Tetra?-dijo.

Gonzo entra dentro del barco y llamï¿½ a Tetra, diciendo que Link ya estaba aquï¿½. Tetra saliï¿½ y se sorprendiï¿½ que Link estuviera tan pronto.

-ï¿½Cï¿½mo es que estï¿½s tan pronto aquï¿½?

-Verï¿½s...

-ï¿½Hay que salvar a Medli? ï¿½preguntï¿½ con descaro.

-No. Se ha ido a la isla del Bosque con Makore. Debemos partir hacia allï¿½.

-ï¿½Muchachos, vamos a partir! ï¿½exclamï¿½ a la tripulaciï¿½n.

La tripulaciï¿½n corsaria emprende su marcha. Gonzo suelta amarras y desata las velas, preparando el barco en posiciï¿½n para partir hacia la isla del Bosque, cuando se oye repentinamente un grito. Era el rugido del Venerable Valï¿½. Tetra y Link avanzaron hasta el pasador, a donde miraba el Venerable, decï¿½a unas palabras en lengua hylian, y como Link no sabï¿½a traducirlas, no entendiï¿½ nada. Sin embargo, Tetra, como era la heredera de Hyrule, pudo entender la lengua sin haberla oï¿½do en su vida, su sangre permitiï¿½ que comprendiera dicha lengua olvidada.

ï¿½ï¿½Oh, Princesa Zelda! Al fin la encuentro. Te agradezco junto al Hï¿½roe de los Vientos que hayï¿½is salvado Hyrule y haber sepultado a Ganondorf. Al fin, aquella tierra descansarï¿½ en una paz eterna. No perdï¿½is mucho tiempo y partid hacia una nueva tierra. El tiempo es clave y sï¿½lo tenï¿½is esta vida para ello. Os deseo mucha suerte.ï¿½

Luego se dirige al Hï¿½roe de los Vientos:

ï¿½Hï¿½roe de los Vientos, elegido por los dioses como sucesor del Hï¿½roe del Tiempo, parte hacia la isla del Bosque y encuï¿½ntrate con mi paje, el paje del Venerable Deku y el mismo Venerable. Desean decirte algo antes de que digï¿½is adiï¿½s para siempre a esta tierra, los restos de Hyrule.ï¿½

Tetra se encontraba extraï¿½a, habï¿½a entendido las palabras del Venerable. Link se acercï¿½ a ella para ver si se encontraba mal, a lo que ella reaccionï¿½ rï¿½pidamente y le dijo al Venerable Valï¿½:

-ï¿½Yo no soy Zelda! ï¿½exclamï¿½-. Yo soy, soyï¿½ ï¿½ï¿½la gran corsaria Tetra!! ï¿½dijo a voces soltando varias lï¿½grimas.

Final de la parte primera del Capï¿½tulo Especial.

R4ml · Administrador Registrado: 12 Sep 2007 Mensajes: 1324

Capï¿½tulo Especial (Parte Segunda)

Link se quedï¿½ sorprendido y, para evitar quedarse mucho mï¿½s tiempo, Link dijo a la tripulaciï¿½n que partieran de inmediato a la isla del Bosque. Todos acataron su orden y se dispusieron a zarpar. Inicialmente, el barco no querï¿½a moverse, pero con la gran fuerza de Gonzo, la resistencia de su asistente y la de Link, consiguieron que ganara mï¿½s velocidad y zarparan viento este en direcciï¿½n sur. Tetra estaba como medio sonï¿½mbula, no estaba escuchando anda y pareciï¿½ que quedaba en una nube. Link, viendo lo rara que estaba, la llevï¿½ a su camarote y la cuidï¿½ durante un buen rato hasta que recuperara la conciencia. Allï¿½, Tetra despertï¿½ de su inconsciencia mientras Link dormï¿½a plï¿½cidamente.

-ï¿½Capitana, capitana! ï¿½ se oyeron voces.

Gonzo y Nico la estaban llamando. Tetra decide acudir a la llamada.

-ï¿½Quï¿½ ocurre aquï¿½? ï¿½preguntï¿½.

-Avise a Link de que estamos a punto de llegar a la isla del Bosque.

-ï¿½Yo? ï¿½dijo con furia-. ï¿½Tï¿½ no me das ï¿½rdenes!, ï¿½entendido? ï¿½gritï¿½-. Aquï¿½, quien da las ï¿½rdenes soy yo, no vosotros. Gonzo, llama a Link y dile que venga hacia aquï¿½.

Gonzo entrï¿½ y se dirigiï¿½ hacia Link, a quien agarrï¿½ con fuerza para hacerlo despertar. Link, aturdido, despertï¿½ de su plï¿½cido sueï¿½o y fue hacia fuera del barco, captando lo que querï¿½a decirle Gonzo.

Saliendo de la nave, Link agarra su batuta y realiza la melodï¿½a del viento, luego, realiza las demï¿½s melodï¿½as formando una canciï¿½n. No pareciï¿½ tener efecto alguno, aunque llegando a la isla del Bosque, aparecieron unos monstruos, las plantas carnï¿½voras y los pulpos. Link, Gonzo y Tetra se enfrentaron a ellos y acabaron con todos ellos, mientras el resto encontraba la forma de acceder hacia el interior de la isla. Nico y el ï¿½intelectualï¿½ hallan el modo de acceder hacia el interior sin tener que saltar por los peï¿½ascos y sin correr el riesgo de caer al agua. Realizan la maniobra colocando cuerdas hacia la parte mï¿½s cercana que lleva hacia el interior, y esta ï¿½ltima parte, dependerï¿½a del

buen salto de cada uno. Primero saltï¿½ Tetra, luego Nico, el ï¿½barbasï¿½, el ï¿½intelectualï¿½, el fortachï¿½n, Gonzo, y por ï¿½ltimo, Link. Cuando accediï¿½ a saltar, Tetra le cortï¿½ la cuerda a traiciï¿½n para probarle.

-ï¿½Quï¿½ harï¿½s ahora que no hay cuerda? ï¿½dijo con vacilaciï¿½n.

Link, enfadado, decidiï¿½ impresionarla con el gancho y llegï¿½ en un instante. Acto seguido, tocï¿½ la melodï¿½a del viento y accedieron al interior de la isla del Bosque, donde esperaba el Venerable Deku. Encontrï¿½ndole, el Venerable se dirigiï¿½ verbalmente a Link:

-Medli y Makore estï¿½n aquï¿½. Estï¿½n ocupados, vendrï¿½n enseguida. Mis muchachos los estï¿½n ayudando. Por favor, ten paciencia.

Tetra actï¿½a con su descaro:

-ï¿½Paciencia? ï¿½Bah! ï¿½dijo-. No me gusta esperar, asï¿½ que si tardan mucho, me largarï¿½.

El Venerable Deku se dirige hacia Tetra, hablando en lengua antigua.

ï¿½Princesa Zelda, no deberï¿½a hablar de ese modo. Aunque la tierra de Hyrule haya sido sepultada en paz, le debes mucho. Sin embargo, tu alma comprende todo esto, mientras que tï¿½, como corsaria, no.ï¿½

-ï¿½Princesa? ï¿½dijo con seriedad-. Yo no soy una princesa, soy una pirata, deberï¿½a saberlo, Venerable. Estoy harta de que me llamen Zelda. Soy Tetra, no Zelda, y prefiero seguir siendo Tetra.

Pasaron unos minutos que le parecieron una eternidad. Poco despuï¿½s, los kolog aparecieron, avisando al Venerable de que Medli y Makore se acercan. Link puso una cara de satisfacciï¿½n y sacï¿½ la batuta para cuando llegaran. Se acercaban Medli y Makore, ambos com ropas muy extraï¿½as. Medli llevaba una cinta en la cabeza y las ropas de paje de su abuela, junto con un gran brillo en su lira, mientras que Makore, llevaba un collar hecho de las ramas de ï¿½rboles frutales y estrenaba un nuevo arco para su violï¿½n. Ambos se acercaron a Link y le agradecieron y apoyo.

-Venerable, ï¿½podemos tocar ya? ï¿½preguntï¿½ Medli.

-Por favor, maestro, dï¿½jeme hacerlo. He elaborado una nueva pieza y quiero probarla.

El Venerable se lo permitiï¿½. Tetra Y los piratas hicieron espacio para sentarse y contemplar el espectï¿½culo. Link se colocï¿½ en un pedrusco que no le harï¿½a caer, junto con Medli y Makore a ambos lados. Ambos prepararon los instrumentos, y Link, la direcciï¿½n de la batuta.

-ï¿½Comenzamos! ï¿½dijo Link.

Tetra estaba observando a Link con cierta curiosidad y le esbozï¿½ una sonrisa que ï¿½l no pudo ver. Los piratas se tumbaron para contemplarle.

-ï¿½Tres, dos, unoï¿½! ï¿½dijeron Medli y Makore.

-ï¿½Que dï¿½ comienzo! ï¿½exclamï¿½ Link.

Medli comenzï¿½ a tocar la lira. Empezï¿½ con un ritmo fuerte, tocando las mismas teclas a distintas velocidades, y luego lentamente para que Link introdujera a Makore, quien actuï¿½ con normalidad durante el acompaï¿½amiento. Posteriormente, Link cambiï¿½ el compï¿½s y Makore tocï¿½ con mï¿½s ï¿½mpetu y brillo, impresionando a la propia Tetra, mientras que Gonzo se puso a llorar por la emociï¿½n del solo, y Nico, se divirtiï¿½ con Medli, que tocaba con cierta ligereza. Makore acompaï¿½ï¿½ a Medli, que se luciï¿½ en su solo con un correcto movimiento de las cuerdas. Link cambiï¿½ de nuevo el compï¿½s y luego el ritmo, para que fuera mï¿½s tranquilo. Medli empezï¿½ a tocar suavemente con una melodï¿½a llena de magia, con Makore acompaï¿½ando; y acto seguido, Makore tocaba y

Medli acompaï¿½aba, realizando contrastes instrumentales durante dos ocasiones, hasta que Link decidiï¿½ combinarlos y cuando tocaron juntos, la mï¿½sica sonï¿½ mï¿½s convincente, teniendo un tono mucho mï¿½s dulce, melï¿½dico y, en parte, nostï¿½lgico.

Tetra se puso a llorar de la emociï¿½n y tuvo que sacar un paï¿½uelo para contener sus llantos. Gonzo y Nico estuvieron bailando durante el gran recital, hasta hacer posturas muy extraï¿½as como las de la fiesta de Initia. Quedando poco para finalizar la pieza, Link pidiï¿½ que todos cantaran, y asï¿½ Medli y Makore sacarï¿½an sus ï¿½ltimas fuerzas para sacar todo su poder musical, cuya coda fue magnï¿½fica y sencilla. Luego, todo terminï¿½. Link estaba tan agotado como Medli y Makore que necesitaron un descanso.

-Habï¿½is tocado como nunca ï¿½dijo Link, emocionado.

Medli y Makore se dirigen hacia ï¿½l.

-Gracias, link. Nos ha llevado bastante inventar esta gran pieza.

-Por ciertoï¿½ -observï¿½ Link-. ï¿½Cï¿½mo llamï¿½is a la pieza?

-Buena pregunta. ï¿½respondiï¿½ Medli.

Makore no respondiï¿½.

-ï¿½Quï¿½ os parece la balada de los vientos? ï¿½dijo Medli.

-ï¿½Balada deï¿½ los vientos? ï¿½se puso pensativo Makore-. Suena interesante.

-Pues a mï¿½ me gusta ï¿½respondiï¿½ Medli con satisfacciï¿½n.

-Bonito nombre ï¿½intervino Tetra, que se acercaba a Link-. Ha sido emocionante, sobre todo cï¿½mo lo habï¿½is hecho, os felicito.

Makore y Medli se sonrojaron por los halagos.

-Tetra, ï¿½cï¿½mo es que te gusta? ï¿½preguntï¿½ Link con curiosidad.

-Link, deberï¿½as saber que a una mujer como yo les gusta estas cosas de vez en cuando.

Link la mira con cierta desconfianza.

-ï¿½Tan rara te parezco? ï¿½le espetï¿½.

Link no dijo nada, aunque girï¿½ la cabeza para negarlo.

Estuvieron hablando durante rato, hasta que llegï¿½ la noche. Tetra querï¿½a partir y se dispuso a salir. Los piratas la acompaï¿½aron, mientras Link se rehusaba, pues querï¿½a que el Venerable Deku le diera sus ï¿½ltimas palabras antes de irse. Medli y Makore tambiï¿½n querï¿½an hablar con ï¿½l, pero para despedirse. El Venerable Deku le vaticinï¿½ lo siguiente:

ï¿½Hï¿½roe de los Vientos, merecedor del tï¿½tulo, debes partir hacia la nueva tierra. ï¿½se es tu destino, realizar la nueva tierra. Si ya te has despedido de nosotros, hazlo ahora, pues te arrepentirï¿½s toda tu vida si no te despides de los seres a los que mï¿½s quieres.ï¿½

-Link, ï¿½vas a venir ya? ï¿½dijo Tetra a voces-. Si no lo haces, te dejaremos en tierra.

Link no la habï¿½a escuchado y estaba mï¿½s atento a las palabras del Venerable. Makore se colocï¿½ encima de su cabeza como seï¿½al de despedida y sï¿½mbolo de su amistad. Medli se acercï¿½ a Link y le dio un beso. Ambos se sonrojaron, aunque no volverï¿½an a verse.

-ï¿½Nos volveremos a ver? ï¿½dijo con tristeza.

-Quiï¿½n sabe. Mi hermanita piensa lo mismo. Espero que nos volvamos a encontrar, aunque sea en el otro mundo.

Ambos esbozaron una sonrisa.

Mientras tanto, Tetra y la tripulaciï¿½n habï¿½a llegado al barco y se dispusieron a partir, dado que Link no llegaba. El barco se dispuso a zarpar a pesar de que Tetra no entendï¿½a el porquï¿½ no regresaba.

-ï¿½Serï¿½ idiota! ï¿½exclamï¿½-. Mira que se lo he dicho.

El barco comenzï¿½ a partir y avanzar hacia el este.

Los kolog se acercaron a Link y el Venerable le dijo:

ï¿½Hï¿½roe de los Vientos, ha llegado el momento de que te despidas de esta tierra. Como dijo el Venerable Valï¿½, no volverï¿½s a esta tierra nunca mï¿½s; asï¿½ que, despï¿½dete de todos tus buenos recuerdos y amigos. Tu verdadera aventura da comienzo.ï¿½

Los kolog rodearon a Link mientras volaban y de ellos emanaban unos pequeï¿½os polvos con viento, que rodearon a Link como si fuera una barrera, pero estaba desapareciendo. Medli y Makore se entristecieron por la nostï¿½lgica despedida, incluso echï¿½ llantos el propio Venerable Deku:

ï¿½Es momento de que te vayas con la Princesa Zelda y los piratas. Despï¿½dete de Hyrule, pues te serï¿½ nostï¿½lgica y amarga.ï¿½

Entonces, el viento que rodeaba a Link le hizo una especie de teletransportaciï¿½n hasta el barco pirata. Cuando los piratas vieron un extraï¿½o haz de luz, Tetra se acercï¿½ y vio a Link. Pidiï¿½ a Tetra que se acercaran al mascarï¿½n de proa para decir a los cuatro vientos:

ï¿½Encontraremos esa tierra que construir. Sin emabrgo, jamï¿½s olvidaremos nuestras andanzas en Hyrule, la tierra olvidada, donde crecimos. Formaremos un neuvo paï¿½s para honrar a nuestros antepasados de Hyrule. Lo prometemos.ï¿½

Con esto, Tetra, Link, y los piratas, se emprenden en una nueva aventura surcando el gran ocï¿½ano para fundar un nuevo paï¿½s, y asï¿½, formar un nuevo reino para honrar a los antepasados de Hyrule, al Rey, y al Hï¿½roe del Tiempo.

Final de la parte segunda del Capï¿½tulo Especial y de la Historia ï¿½Adiï¿½s, Hyruleï¿½.