Hace mucho, mucho tiempo, el mundo estaba sumido en un terrible caos. En medio de este caos, en un pequeño reino de la tierra de Hyrule estaba siendo transmitida, de generación en generación, la leyenda del Triforce: unos triángulos dorados con poderes místicos.
Un día, un malvado ejército atacó este pequeño y tranquilo reino y robó el Triforce del Poder. Ese ejército estaba dirigido por Ganon, el poderoso Príncipe de la Oscuridad que trató de hundir el Mundo en el miedo y la oscuridad bajo su poder. Temiendo por su malvado gobierno, Zelda, la princesa de este reino, dividió el Triforce de la Sabiduría en ocho fragmentos y los escondió a lo largo y ancho del reino, para evitar que el último Triforce cayera en manos de Ganon. Al mismo tiempo, ella ordenó a su niñera, Impa, a escapar del reino y buscar a un hombre con el suficiente coraje como para enfrentarse a Ganon y derrotarle. Después Ganon, al enterarse de los planes de la Princesa, se enfadó, y encerró a la Princesa y mandó buscar a Impa.
Desafiando bosques y montañas, huyó de sus perseguidores para salvar su vida. Cuando alcanzó el límite de sus fuerzas, se vio rodeada de los secuaces de Ganon. ¡Sin salida! ¿Qué podía hacer? ¡…Espera!
No estaba todo perdido. Un joven apareció. Con experta técnica se enfrentó a los enemigos, y salvó a Impa de algo peor que la muerte. Durante sus viajes él se había encontrado entre Impa y sus perseguidores. Impa le contó a Link lo sucedido sobre la Princesa Zelda y el malvado Ganon. Motivado por un sentimiento de justicia, Link se decidió a salvar a Zelda, pero Ganon era un oponente muy poderoso. Él sujetó el Triforce del Poder. Así que para poder enfrentarse a Ganon, Link debía primero buscar y reunir los fragmentos del Triforce de la sabiduría para reconstruir el místico triángulo.
Si no podía hacer esto, no habría posibilidades de ir a la Montaña de la Muerte donde Ganon vivía. ¿Puede realmente Link derrotar a Ganon y salvar a la Princesa Zelda? Sólo tu destreza puede responder esa pregunta. Buena suerte. Usa el Triforce sabiamente.
